† 6. PRAEDICTIONEM †

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| Capítulo 06 |


Ya eran las 2:30pm.

Algunos a esas horas estarían viendo la televisión, escuchando atentamente las noticias, mientras que otros estarían apenas saliendo del trabajo, pero en casa de los Night, Clare no paraba de hacerse preguntas sobre la conversación que anoche había escuchado de sus padres. ¿Por qué estaban actuando tan... extraño?

La joven no paraba de darle vueltas al asunto, hasta tal punto que, luego de acabar de hacer sus deberes de la escuela, decidió salir a tomar un poco de aire fresco.

Clare salió de su habitación con su teléfono y audífonos en la mano, bajó las escaleras rápidamente y caminó en dirección al umbral de la puerta. No era necesario darle explicaciones a nadie, ya que principalmente era de día y sus padres estaban de acuerdo con que Clare saliera sin avisar; aunque esa decisión cambiaba drásticamente con la llegada de la noche.

Al salir de su casa, se dirigió a su bicicleta lila con estilo de los 90's que reposaba en el patio delantero de su casa. Se montó en ella y después de colocarse sus audífonos y poner una de sus canciones favoritas de la banda Tiplin Rock, la melodía retumbaba en sus oídos y llenaba el ambiente con una sensación agradable, así que empezó a pedalear hasta la plaza del pueblo.

Mientras iba en su bicicleta, se dio cuenta que de día Hunleff Town adquiría una perspectiva muy diferente de la que daba cuando caía la noche, una más tranquila, pacífica, y sobre todo, segura.

Afortunadamente la plaza del pueblo no quedaba tan lejos de su casa. Rodeó un par de veces la plaza, creando un poco de distracción en su mente, y se percató que de la hermosa y enorme iglesia con estilo victoriano empezaron a salir muchas personas. Seguramente estaban en misa.

Clare no era religiosa, pero aún así le intrigaban esos temas filosóficos.

Una vez más, la joven rodeó la plaza, hasta que en un punto, notó que cerca del lugar donde había una especie de boulevard, habían abierto una nueva tienda. Irónicamente era una tienda de esoterismo y brujería.

Se podía ver a lo lejos que en el cartel negro con detalles dorados de la tienda tenía el nombre grabado en letra cursiva y de color dorado: "Lombard". Donde debajo y en pequeño ponían "Tienda de ocultismo y esotería."

La extraña decoración que había por todas partes; desde varios frascos con líquidos y contenidos extraños, cristales hermosos, pasando por muchísimo libros viejos y gruesos, hasta llegar a uno que otro caldero, además de haber mucha decoración un poco espeluznante en el techo. Sin duda alguna todo el local daba esa característica aura de brujería.

Lo que más le llamó la atención a la joven, era que, en una de las vitrinas, se podía apreciar varios péndulos. Por solo instinto de curiosidad, Clare se acercó y dejó su bicicleta enfrente de la tienda. Al entrar, sonaron unas campanillas sobre su cabeza. Justo entonces, una señora mayor con vestimenta andrajosa y despeinada salió de detrás de una cortina de cuentas.

—Bienvenida a Lombard, querida. ¿En qué, puedo ayudarte? —preguntó la mujer con una pequeña sonrisa en el rostro. Clare se dio cuenta que la mujer tenía unos finos hilos de canas poblando su abundante cabello negro rizado, lo que hacía que sus ojos verdes claro sobresaltaban— Tengo todo tipos de hechizo, maldiciones, spell jar, protecciones y hasta oráculos.

—No se preocupe, solamente miro. —La voz de Clare se oyó claramente con cierta desconfianza al escuchar sobre las maldiciones. Sin embargo, la mirada de Clare se desvío instintivamente hacia una caja de cristal donde se encontraban los péndulos.

PARASOMNIADonde viven las historias. Descúbrelo ahora