† 1. TENEBRIS †

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| Capítulo 01 |

Cualquiera que no viviera en el pequeño pueblo de Hunllef Town diría que todo es hermoso, con casas dignas de las mejores revistas y que todos aquí son tan amigables que es sorprendente. Lo que no saben es que todos y cada uno de nosotros escondemos bajo llave un secreto en el sótano de nuestra alma.

Clare escuchó que la radio encendida en la cocina anunciaba que esta noche era mejor que estuvieran más atentos que nunca antes, y que sobre todo, tuvieran previsiones de fuentes de luz, ya que ayer en la noche hubo otro ataque más por parte de las sombras, y esta vez cobraron la vida de una pequeña niña y su madre. Si tan solo hubieran resistido un poco más para la llegada del sol...

Luego de darle un crujiente mordisco a su pollo frito, llenándose así la boca tanto dentro como por fuera de ese exquisito sabor grasiento sumado con el sabor del kétchup, Clare vio con atención por la ventana del comedor como los vecinos de su calle ya comenzaban a cerrar las ventanas y puertas de sus casas para encender deprisa todas las luces, sumado a eso, la neblina le daba a la calle un aspecto siniestro e inquietante, siendo el escenario perfecto para un próximo ataque.

Los muy pocos padres que salían de sus casas llevaban con preocupación a sus hijos a Hunllef High School, la preparatoria nocturna del pueblo. Su vista se posó en la lujosa casa lúgubre de al frente, dándose cuenta de que al fin le quitaron el enorme aviso de «En venta». ¿Quiénes serán los vecinos? Esperemos que sean amigables.

—Que te vaya muy bien en tu primer día de regreso a clases, cariño. —habló su padre, dándole un beso en la cabeza, sacándole así de sus pensamientos.

Después de dar un último mordisco a su improvisada y para nada saludable cena, se volteó a mirarlo con una pequeña sonrisa en su rostro. Por las notables ojeras debajo de los ojos de él, se podía apreciar que el rostro de su padre lucía cansado y preocupado por la situación de constante peligro del pueblo. A Clare se le estrujó su corazón al notarlo, pero aún así esbozó una débil sonrisa como respuesta.

—Espero lo mismo, papá. —contestó, mirándolo a esos ojos marrón oscuro que la joven había heredado de él.

La chica subió hasta su habitación. Al entrar, e ir con intenciones de tomar la mochila negra que estaba sobre su cama, se detuvo a ver el porta retratos que había en su mesa de noche; una foto de ella con su hermana mayor.

Era una foto de su cumpleaños nueve. En la foto, Alice; su hermana, sonreía ampliamente, ella tenía un brazo alrededor de los hombros de Clare, estaban sentadas al frente de su pastel de cumpleaños con glaseado rosado y con su madre sentada al otro lado de Clare. Para ese entonces Alice tenía dieciséis años, y según recordaba, su madre le dijo una vez que su hermana sufría muy seguido de Parasomnia, o como ella solía llamarle, terrores nocturnos. Hasta que un día simplemente se curó milagrosamente. Lo cierto, es que en toda su vida la única vez que vio recaer nuevamente a Alice fue unos pocos días antes de que se fuera a la universidad, pero sus padres asumieron que eran simples nervios.

Clare soltó un suspiro.

Extrañaba a su hermana como nadie más lo hacía, por más de que se llevaran una gran diferencia de edad, siempre se apoyaban incondicionalmente. Ella era la que llenaba de vida el hogar y la que apoyaba a Clare con su particularidad. Y el no tenerla cerca, para Clare se sentía como un vacío interminable.

Clare bajó nuevamente al primer piso, mientras cerraba sonoramente el cierre de su mochila. Se dio cuenta de que el reloj de la sala ya marcaban las 5:45 pm y al saber lo que eso deparaba se le revolvió el estómago.

PARASOMNIADonde viven las historias. Descúbrelo ahora