† 28. DEFUNCTI †

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| Capítulo 28 |

Habían pasado un par de días desde la vez en la que Clare fue a la feria con Víctor, y desde entonces no lo había vuelto a ver, ni siquiera en el trabajo, cosa que se le hacía demasiado extraño a decir verdad, ya que era alguien cumplido, y al ser el hijo del dueño del hotel era más que claro que no se podía dar el lujo de faltar al trabajo. 

Además de que, desde la vez de la feria, a Clare le pareció demasiado extraño el aspecto que tenía el chico, como si no fuera el mismo Víctor que conocía desde siempre. Aún recordaba muy claramente como aquel chico amable y dulce se había ido con tal solo esos escasos segundo en los que la vio con aquel extraño brillo morado en sus ojos. Cada vez que se le venía a la mente aquel momento la dejaba helada, y la misma sensación oscilante se instalaba en lo más profundo de su ser.

No sabía exactamente qué le sucedía al chico, pero tampoco quiso indagar al respecto. Algo en ella le decía que era mejor dejar las cosas con Víctor como estaban.

Desde hace una hora y media, estaba en casa de Camelot esperando a que su amigo volviera a su habitación. Clare había ido principalmente para pedirle ayuda sobre si ese hechizo que su padre por venganza por aquella infidelidad y que recayó sobre ella, tendría algún anti hechizo para deshacerlo, y también para saber de dónde salieron las sombras.

Pasaron unos cuantos segundos más cuando por fin Camelot volvió junto con un libro grueso de hojas amarillentas, de tapas duras y de color negro en sus manos. Con solo apreciar aquel libro, se podía ver que era lo suficientemente viejo como para haber sido escrito hace más de cien años.

—Tengo un plan. —soltó el peliblanco viéndola con una expresión seria, cosa que la inquietó un poco, pero no sabía a qué se debía eso.

—Está bien, te escucho. —La joven se removió impaciente en la silla del escritorio, sin apartar la mirada del joven.

—Pero tendré que necesitar mis dones de nigromante. —Admitió el chico interrumpiendo a Clare casi al instante, cosa que la tomó desprevenida. Al principio hasta pensó que estaba bromeando, sino fuera porque al tenderle el libro, Clare pudo leer como el título de este decía en letras plateadas «Manual de magia oscura: Nigromancia avanzada».

Clare ahogó un gritó, y poco a poco empezó a sentir como un vacío se instaló en su estómago al mismo tiempo en el que su vello se erizaba y una sensación oscilante se instaló en ella. Por unos escasos segundos se quedó viendo perpleja aquel libro, replanteándose la idea de si hacerlo o no, ya que la nigromancia era un tema muy delicado y peligroso, pero ¿el riesgo valía la pena?

—Hagámoslo.

† † †

2:30 am.

Era la hora que marcaba el reloj de la mesita de noche de Clare. Al saber lo que eso le deparaba tragó grueso, sintiendo como unas gruesas gotas de sudor le corrían por su frente empapando su piel. No estaba segura si lo que iban a hacer resultara bien, pero tenían que hacerlo.

Tomó su teléfono; estaba cargándose en su mesita de noche, Clare no quería permitirse que se le descargara en el momento menos oportuno, y después de soltar un suspiro escribió en el grupo de chat donde estaban Camelot y Mikhail. Camelot había optado por llamarlo "La Sociedad de las Pesadillas".

[2:31 am] Clare: Estoy lista. ¿Ustedes?

A los pocos segundos llegó la notificación por parte del grupo de chat.

[2:33 am] Cam | Mi bruji amix 🔮:  Yo tambiéeen!! Es hora de levantar muertos 😼

[2:34 am] El motonero 🏍️: Yo solo espero que nosotros no seamos los próximos muertos.

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