El super plan de Jasmine me está saliendo caro.
He perdido la cuenta de los días que llevo fingiendo hacer horas extras, si mi hermana supiera que en realidad me paso las horas de trabajo hablando con mi compañero sin parar, se echaría las manos a la cabeza, y más, si descubre que las supuestas horas extras, deambulo por las calles de la ciudad como una turista, intentando encontrarle la magia a esta ciudad, eso de los que todos hablan, pero que yo no he descubierto aún.
Disfruto de la brisa fresca acariciando mi piel y colándose entre mis cabellos. El verano está llegando a su fin, y con ello los turistas. Hasta no hace mucho, yo era una más de ellos, ya hace casi un año que vivo aquí, que decidí salir de la caravana con la ayuda de mi hermana, envuelta en esa magia californiana de la que todos hablan, pero nunca encontré.
No sé si este lugar no es mi sitio, o si simplemente me falta Jayce para terminar de sentirme llena aquí, pero por más tiempo que pase, no encuentro mi espacio en Los Ángeles.
Respondo enseguida los mensajes de mi novio, no quiero que se preocupe y piense cosas que no son. A él siempre le ha gustado saber dónde estoy en cada momento para poder asegurarse de que estoy bien. Estoy nerviosa, porque no les he contado a mi hermana ni a Jas que vuelvo a casa unos días para darle una sorpresa a Jayce. Tengo que solucionar lo que sea que esté pasando, no puedo dejar que este problema siga creciendo hasta que sea imposible de salvar.
La relación entre nosotros está cada vez más tensa, Jayce nunca ha estado más de media hora sin escribirme nada, asegurándose de que estaba bien, pero estos últimos días, ha estado desaparecido una semana al completo. Solo de pensar que se haya aburrido de mí, hace que me duela el corazón y me tiemble el cuerpo. Espero que la sorpresa sea suficiente por el momento.
Paseo por las calles de la ciudad en busca de algo diferente, del sueño americano, pero tan solo veo casas, el mar al fondo y unas montañas haciendo de escenario. No hay nada especial, no siento ese tirón. No hay magia.
Me detengo frente a una floristería, y sueño durante unos segundos a imaginarme dentro, deslizando el dedo sobre los pétalos, inspirando el aroma de las diferentes flores, los colores vibrantes. El estómago se me encoge ante la sensación abrumadora. Cierro los ojos unos segundos y en mi cabeza se proyecta de forma nítida la imagen de grandes hectáreas repletas de plantas diferentes, con flores de colores adornando un bonito jardín.
He intentado no tener grandes sueños, porque con el tiempo he descubierto que son solo eso, y que nunca se cumplen, pero este en concreto, no ha salido de mi cabeza desde pequeña. Siempre he sabido que me gustaban las plantas, tener la sensación de que un ser vivo depende de mí, que puedo garantizar su cuidado y ver cómo florece día a día en gratitud. Pero es una idea poco realista, ya que eso no me daría dinero para poder vivir, sino solo para hacerme feliz.
—¿Estás bien?
Abro los ojos de golpe al escuchar su voz. La mirada fría e intimidante que todos temen, me mira con atención, con un brillo distinto que no creo reconocer. Si creyera que es posible, me atrevería a decir que parece preocupado, por mí, pero como es imposible —está científicamente comprobado que los robots no tienen sentimientos—, sé que solo es producto de mi atormentada imaginación.
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Taste Me
RomanceMisterioso, temido y frío. ÉL es un completo desconocido para todos, ocultando su pasado bajo una máscara de indiferencia, con un único propósito en la vida: seguir siendo un enigma para el resto. Y nunca ha tenido la intención de revelar al mundo...