Siento toquecitos insistentes en la mano. No quiero abrir los ojos. No me quiero despertar ya. Sigo teniendo sueño, pero quien sea que me mira fijamente, no me va a dejar tranquila hasta que lo haga.
Gruño bajito para que se vaya y me giro para darle la espalda. Payton siempre es la primera en levantarse, pero que ella solo necesite dormir cuatro horas, no quiere decir que yo tenga que prescindir de mis doce horas de sueño. Me niego.
A pesar de tener los ojos cerrados, siento su presencia aquí. No se mueve, pero sé que no se ha ido. Intento olvidar el hecho de que mi hermana me mira como una psicópata mientras duermo, intento recordar qué estaba soñando y volver a dormirme, pero no puedo.
—Payton, lárgate —gruño entre dientes, frustrada por despertarme antes de tiempo. Si está aburrida que despierte a Jas, o se vaya a casa de Caden, pero que no interrumpa mis horas de sueño. Sabe que lo odio.
La escucho moverse y rodear la cama hasta el punto donde estoy. Vuelvo a sentir los toquecitos insistentes, pero esta vez en la barbilla. Resoplo molesta. ¿Por qué no me deja en paz? De nuevo, más golpecitos en la barbilla. Cada vez más insistentes. No para. La voy a matar.
Abro los ojos de golpe, furiosa. No es buena idea levantarme de esta forma. Ella lo sabe. Voy a estar todo el día de mal humor por su...
¿Qué?
Pestañeo hasta enfocar la vista. No es una melena rubia la que me mira fijamente. Trago saliva nerviosa, intentando asimilar lo que mis ojos están viendo, y entonces soy consciente de la realidad.
No estoy en casa. Esta no es mi cama. Es de él.
Me incorporo lentamente, como si el hecho de hacerlo a cámara lenta me hiciera invisible. No aparto los ojos de los suyos, no debería darme miedo, pero me lo sigue dando. El corazón se me mueve desbocado cuando se acerca lentamente hasta el borde de la cama, donde sigo tumbada.
Es intimidante, desde el pelo oscuro hasta los ojos negros como la noche. Todo su cuerpo es robusto. No le hace falta hacer nada para infundir miedo. No me ha hecho nada malo desde que nos conocemos, de hecho, me ha defendido, pero mi cuerpo sigue temblando cuando está cerca.
Todo mis músculos se paralizan cuando me roza el hombro desnudo, con una leve caricia que nada tiene que ver con su imagen aterradora. Tendría que haberme puesto un pijama que cubriera más mi cuerpo, porque ahora mismo me siento demasiado expuesta. Sus caricias se vuelven cada vez más suaves, me mira como si quisiera que yo se las devolviera. ¿Yo? ¿Quiere que le acaricie?
Me inclino hacia delante y le hago un hueco a mi lado en la cama, apoyo la espalda en la pared y me sobresalto cuando siento el calor de su cuerpo a mi costado. Apoya la cabeza en mi pecho, y con una tranquilidad que me sorprende, me veo pasando la mano por su cabeza, acariciando su suave pelaje.
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Taste Me
RomanceMisterioso, temido y frío. ÉL es un completo desconocido para todos, ocultando su pasado bajo una máscara de indiferencia, con un único propósito en la vida: seguir siendo un enigma para el resto. Y nunca ha tenido la intención de revelar al mundo...