Brina me lleva de un lado a otro, su nivel de intensidad es agotador incluso para mí. Hemos conectado desde el principio, los nervios que sentía por conocerla, el miedo al rechazo por su parte, a no saber cómo actuaren un país dónde no hablo el idioma, dónde no puedo comunicarme con naturalidad, pero gracias a ella todo eso ha quedado en un segundo plano.
Me ha presentado a tanta gente que apenas recuerdo un par de nombres. Dudo que él sepa quién es toda esta gente. Hace horas que no sé dónde está. La última vez que lo vi estaba hablando por el auricular, trabajando sin parar, con las gemelas a sus pies como señal de advertencia. Si ellos supieran que no es más que una fachada...
Cuando Brina se disculpa para ir al baño siento la necesidad de seguirla, no me quiero quedar sola en medio de un patio lleno de leones, pero sonrío cuando me estampa un beso en la mejilla y desaparece de mi vista. Miro a mi alrededor, el jardín es precioso, aunque no se puede apreciar con tanta gente, apenas he podido ver la casa porque todo el mundo parecía tener algo que decir, aunque no entendiera ni una palabra. Estoy agotada mentalmente, y la única persona que podría salvarme de esto, está escondida en algún rincón oscuro, ajeno a mi auxilio mudo.
Lo busco con la mirada, pero es imposible poder ver algo entre la multitud. Decido moverme para poder encontrar su escondite, o para buscar uno para mí. Con la copa de cava que no he probado en la mano, me muevo entre los invitados. Personas que no han dudado en mirarme de arriba abajo, imaginando cuál de todas las posibilidades es la correcta para que alguien como yo haya sido capaz de convencer al soltero de oro para casarse. No he necesitado entender lo que decían para intuir el contexto global.
Este no es mi ambiente, no me gusta sentirme de este modo. Muevo los pies todo lo rápido que puedo, buscando una salida. Empiezo a notar la falta de oxígeno, siento todos sus ojos puestos en mí, sus miradas de pena, de decepción, esas miradas que tanto me han acompañado a lo largo de mi vida.
Me siento perdida, no sé dónde estoy, consigo salir de entre la multitud y cierro los ojos para coger aire. El corazón me va más rápido de lo habitual, y sé que va a pasar a continuación. Hace muchos años que no me dan ataques de ansiedad, es mi hermana mayor la que más los sufre, así que conozco que tengo que hacer en este momento. Me concentro en pensar en cinco cosas de mi alrededor, enfocando la vista mientras intento respirar, busco cuatro sonidos que pueda aislar del gentío, tres aromas que consiga oler, me centro en el jazmín, el césped recién cortado, la menta.
—¡Winter! —su voz áspera y rasgada está mezclada con nerviosismo y preocupación.
Consigo centrarme en la imagen que se acerca hacia mí, empujando a todo el que se cruza en su camino, arrollando todo lo que le impida llegar hasta mí. Me agarro a la tela de su camisa cuando estoy a punto de perder el equilibrio. Sus manos me rodean justo a tiempo y me pegan a su pecho, apretando con tanta fuerza que no debería poder respirar, sin embargo, nunca he sentido el aire en mis pulmones con tanta libertad.
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Taste Me
RomanceMisterioso, temido y frío. ÉL es un completo desconocido para todos, ocultando su pasado bajo una máscara de indiferencia, con un único propósito en la vida: seguir siendo un enigma para el resto. Y nunca ha tenido la intención de revelar al mundo...