Preparar una maleta, a escondidas, para un mes completo, sin saber la temperatura exacta del lugar, es la cosa más difícil que he hecho nunca.
Me voy en diecisiete horas, y aún no se lo he dicho a mi hermana. No quiero mentirle más, he aprendido la lección, pero tampoco sé cómo explicarle todo esto, porque ni yo sé cómo he terminado metida en este lío.
Ya no hay vuelta atrás. He firmado el contrato esta mañana, pero quizás, si Payton se niega en rotundo, puedo librarme del viaje, del que me muero de ganas de hacer, pero el que me da un miedo atroz por todo lo que conlleva.
Vuelvo a mirar mi dedo anular, observo el brillo de mi alianza, y consigo volver a respirar. Estoy legalmente prometida con él, con un hombre que apenas conozco, con una vida solitaria y peligrosa, pero que me ha hecho sentir más llena que en toda mi vida. Quizás esa debería haber sido la primera alarma para no aceptar este lío, porque prometerte falsamente con un hombre por el que tienes sentimientos que no son recíprocos, es una maldita bandera roja.
Jasmine me sigue mirando con desaprobación, de brazos cruzados, sin prestarme su ayuda e incordiando una y otra vez.
—Si no vas a ayudar sal —le recrimino.
La vuelvo a mirar de reojo cuando no dice nada, lo que me hace sospechar. Parece nerviosa, y eso, viniendo de ella, no es nada bueno.
—¿Qué has hecho? —me tenso.
—Nada.
—¡Jasmine Marie Turner!
Se muerde la uña del dedo meñique.
—No he hecho nada —responde a la defensiva—, todavía... —dice con media sonrisa antes de salir de mi dormitorio y dejarme con la palabra en la boca.
Miro la puerta cerrada, por donde acaba de salir como un vendaval, y sé exactamente que ha ido a hacer. Antes de que pueda asimilarlo, alguien llama con los nudillos. Nadie en esta casa, salvo mi hermana, llama antes de entrar, por lo que tengo cinco segundos para meter la maleta a medio hacer y la ropa bajo la cama antes de que asome su cabeza y me vea.
—Tienes cara de haber follado —es lo primero que consigo decir, estoy tan nerviosa que uso la baza de la diversión para intentar calmar mis nervios, sabía que tarde o temprano tendría que contarle que me voy, lo que no esperaba es dejarlo para el mismo día del viaje.
Mi hermana me mira muy seria, recorre el dormitorio con la mirada en busca de alguna pista, creo que no sabe por qué está aquí, al parecer, Jasmine me ha dejado esa parte a mí, y no sé si agradecérselo u odiarla por ello.
—¿Qué pasa?
—¿Tienes algo que decirme?
Siento como voy perdiendo el color de la cara, debería darme igual su opinión, soy una adulta que toma sus propias decisiones, pero no es cierto, siempre voy a necesitar su aprobación, porque ella se ha ganado ese derecho al cuidar de mí todo este tiempo como algo más que su hermana. Nunca voy a poder agradecérselo lo suficiente.
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Taste Me
RomanceMisterioso, temido y frío. ÉL es un completo desconocido para todos, ocultando su pasado bajo una máscara de indiferencia, con un único propósito en la vida: seguir siendo un enigma para el resto. Y nunca ha tenido la intención de revelar al mundo...