14. E

92 11 0
                                    




-¡Devuélvemelo! -estiró el brazo para alcanzar la pistola de las manos de Graves pero este seguía sin acceder, dificultándoselo por la baja estatura de ella.

Se estaba haciendo costumbre tener cada día una pequeña o gran discusión por lo menos importante. Graves siempre era quien empezaba, colgándose de cualquier situación utilizándola cómo excusa para tirar algún que otro comentario desagradable y molesto. Geevar no entiende por qué él es así con ella, es verdad que Ghost también es un tipo de carácter rígido, pero al menos no era grosero continuamente. Ignorarla era lo que hacía.

Pero aquel otro sujeto era peor. El único quien más le resonaba la voz.

-¿La quieres? ve a buscarla -lazó a lo lejos el arma y se marchó a paso lento, dejándola.

Se quedó quieta por un instante, observándolo con una cara de frustración cómo se iba, y luego se dispuso a buscar el arma. Para su mala suerte, Graves la había tirado a unos metros de distancia.

Graves en su paso se topó con el capitán Price, quien venía en su dirección. Ambos se detuvieron para hablar. Price tenía una mirada poco agradable.

-¿Qué se supone que fue eso? -preguntó serio.

-Veo que has estado observándonos capitán -Graves respondió un tanto divertido- pues estábamos hablando. Así más. -hizo una pausa y volvió a decir- ¿ha hablado el general?

-No dudé ni supe en que la conversación incluía algún tipo de...conflictos. Y si, el general ha hablado, tenemos que salir esta noche.

Los dos hombres se dirigían al interior de la base continuando su charla sobre la repentina misión que los esperaba. Pero Price se detuvo antes de seguir adentrándose.

-Y llevaremos a Geevar -afirmó sólidamente. Graves trató de imitar una cara neutral para esconder la molestia que le produjo ese comentario.

-¿Por qué? ¿para que nos asesine?

-Sabes que no lo ha hecho.

-Aún. Price piensa, ¿qué ocurría si un extra se infiltra en el ya grupo formado? recuerda lo que pasó en la misión pasada.

-Graves nadie salió herido esa vez, el atentado fue detenido. Cierto no hemos sido del todo nosotros, pero se completó. Además ella sí forma de este grupo. -terminó de decir, disponiéndose de volver hacia afuera.

-¿Qué? no...no, solo es un criminal bajo la extrema supervisión tuya. Además no es ni siquiera un soldado, no está capacitada -exclamó Graves, convenciéndose a si mismo con la mirada enfocada en el capitán- no es capaz de manejar una pequeña pistola.

-Ghost la ha estado intuyendo en ese tema, y sus resultados son favorables.

-¿Ghost la ha estado qué? ¿entrenando? -soltó al instante algo sorprendido.

-Lo que has oído, tal vez te hubieras enterado desde el principio si no te desaparecieras largas horas en el transcurso de los días -dijo Price con más seriedad aún, como si le estuviera reprochando algo. No tenía más nada que decirle a Graves, entonces se volvió al punto donde estaban los dos. A lo lejos trató de visualizarla, aún buscando el arma. Caminó sin apuros hasta acercarse a una distancia intermedia.

-Ven aquí.

-Capitán aún no puedo encontrar mi pistola. La arena me dificulta seguir buscando.

-Los caninos se pueden encargar de eso, están entrenados para localizar artefactos de guerra y combate, así que no te preocupes mucho. Además hay más de esas pistolas básicas.

Geevar invirtió su paso contra Price, quedando frente a frente.

-Pero esa pistola me la obsequió Ghost. Me dijo que era algo antigua, que no la usaría más.

Él se sorprendió por lo que dijo, haciéndosele imposible de imaginar dicha situación entre los dos. Pero por alguna razón le creyó.

-Bueno, deja que sea una tarea para los perros rastreadores. Ahora vamos, necesitas higienizarte y alistarte para salir a realizar una tarea importante conmigo y los demás. No te preocupes mucho, todo saldrá bien.

Sus ojos nuevamente se enfocaron sobre ella, estudiándola con más detalle como la primera vez. Prestándole más atención a algunas partes de su cuerpo como sus manos cubiertas a la mitad por ese uniforme grande y antiguo. Reaccionó al segundo de lo que estaba haciendo con sus ojos, inmediatamente girándose en dirección a la base, dando los primeros pasos.

Ninguna palabra se pronunció por parte de Geevar, sin embargo le hizo caso al capitán Price, siguiendo sus pasos hasta adentrarse de nuevo a la base.

Llegada de lágrimas Donde viven las historias. Descúbrelo ahora