6 -Confusión-

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Llegando al destino todos los soldados bajaron de los helicópteros como de las camionetas. Al momento que pisaron el suelo Alejandro dió las órdenes para que todo salga organizado tal como le encargó el capitán Price, aunque a él no le gustaba mucho tener esa responsabilidad. Reunió dos grupos para dirigirse uno al este y el otro al oeste, él iba junto con Gaz y Rudy al lado oeste. La misión consistía en capturar al líder de una organización criminal relacionada específicamente en todo tipo de sustancias ilícitas, tráfico ilegal y delincuencia entre otros. Aún así sus movimientos no era lo más relevante, sino el tipo quien fue responsable de la muerte de uno de nuestros compañeros.




...



El cuerpo de ella estaba atado contra una plancha metálica y sus extremidades estaban forzosamente atadas en cada extremo de manera que no pudiera mover sus músculos y sus ojos fueron bloqueados con una especie de casco de alta resistencia. Fue lo primero que vio John Price al entrar a ese espacio, habían algunos de la fuerza armada cuidando y protegiendo el lugar de la 'criatura'. Price cargó su arma en sus brazos mientras se acercaba hacia ella para examinarla, pero los demás le dijeron que "no lo haga", que era un peligro, Price lo sabía pero tomó el riesgo de hacerlo igual, de todos modos ella estaba en un estado de vulnerabilidad.

Sus ojos recorrieron todo su ser, prestando atención al detalle menos importante. Price lentamente se inclinó para examinar con curiosidad pero siempre con cautela, no iba a poner una mano directamente, sino que uso la punta del rifle para tocarle aunque sea un brazo, haciendo que al instante del tacto la chica se moviera rápidamente poniéndose a la defensiva contra sea quien esté cerca, Price se le alejó inmediatamente por puro instinto ahora apuntándole a la cabeza.

Los de la fuerza armada que protegían prosiguieron a alertar a todo el personal sobre esa reacción, pronto llegaron más de ellos cargados de armas apuntandole a la cabeza tal como lo hacía Price, pero él era el único que no tenía la intención de atacarla realmente, pero los demás si lo iban a hacer, sin embargo la liberación de su fuerza sobrehumana fue más rápida que ellos dejando que de su cuerpo saliera aquella onda expansiva saturando el sistema de electricidad. Se deshizo de las ataduras fácilmente como si fueran de un papel débil, de sus ojos se desprendía una luz como si fuera algún tipo de humo brillante.

Realmente parecía un monstruo, pero solo se la describía por aquello sobrenatural, su belleza seguía intacta.

Su velocidad era impresionante al momento de correr contra todos ellos asesinándolos de una manera violenta no antes vista por él ni los demás. Romperle los huesos era como quebrar una rama seca, tan fácil al igual que derramar sangre como si exprimiera una mora. Cada cuerpo estaba peor que otro, la mayoría le faltaban varias partes enteras, quedaban sin cabeza y el rostro desfigurado. El piso dejó de ser blanco, tornándose con el río de sangre que cedía.

Price no podía disimular que estaba más que horrorizado por lo que presenció, estaba tan paralizado que ni su rifle podía sostener con normalidad. La chica se giró hacia él mirándolo fijamente. Dió unos pasos vagos hacia él, cada paso que ella daba Price lo sintió como un segundo menos de su vida. Cerró sus ojos esperando lo peor cuando estaba frente a ella, pensó en todos sus compañeros, sus amigos y las experiencias de su vida en el ejército antes de irse, sin embargo no ocurrió nada de eso, no sintió algún tipo de malestar sobre él. Abrió con cuidado sus ojos para encontrarse que ella ya no estaba ahí con él.

Se había escapado.

...

La alerta se anunció por toda la base pidiendo que se cerraran las puertas y rodeando cada rincón. Inició una búsqueda inmediata por toda la zona y más afuera, quien sabe si era rápida también en cuanto huir. Pasó alrededor de una hora de que todavía no había rastros, Price se sentía desesperado y nervioso, pensaba en todas las vidas que pudieron haber terminado de una manera trágica al cabo de una hora. Los pensamientos lo estaban poniendo más difícil de concentrarse, entonces decidió salir afuera a encenderse un cigarrillo entre lo que veía algún punto fijo y el humo que empezaba a cesar poniéndose en su campo de visión.

Un grupo de personas venían acercándose después de entrar a la base, eran sus compañeros que se habían ido horas antes. Pero por el humo no los distinguió al principio.

-¿Por qué esa cara capitán? la misión fue un éxito otra vez -habló primero Graves. Price los miró y ellos se separaron de cada lado para que viera al tipo que estaba en manos de Alejandro.

-Cayó como una pobre ave luego de ser disparada -soltó Alejandro en un tono sarcástico pero sin ocultar la victoria. Pero Price estaba más preocupado por lo otro, hizo una seña para que se lleven al tipo adentro pero detuvo a MacTavish para decirle que el 'fenómeno' se había escapado del lugar. Le explicó todo lo ocurrido pero ocultó algunos detalles. MacTavish escuchó con atención comprendiendo la gravedad del asunto, se mostró algo sorprendido y horrorizado por lo que escuchó, pero se dispuso a ayudar a Price a buscarla.

La búsqueda de ellos dos empezó por lo simple en el mismo lugar donde se encontraban, buscaban en los alrededores usando linternas de gran potencial. Como ya había oscurecido era difícil hallar con facilidad, todo lo que se podía presenciar eran los helicópteros estacionados en cualquier lado. MacTavish pensó que al ser un lugar muy abierto y expuesto no era la mejor opción como escondite, así que se le ocurrió escabullirse por lugares más cerrados que consistía en acumulación de camiones. Alumbró todos los rincones esperando que esté en algunos de esos lados hasta que escuchó un lloriqueo proveniente de los escombros, de modo que llamó a Price y él enseguida se acercó con la esperanza más cercana. Rodearon la montaña de escombros encontrándose con un cuerpo femenino abrazándose las rodillas. Cuando la luz golpeó su rostro levantó la vista hacia los dos hombres se asustó retrocediendo con sus pies mas no se puso violenta como antes.

Price se acercó un poco poniéndose de cuclillas.

-No te asustes niña, no te haremos daño -le dijo Price tratando de sonar calmado.

-Ya lo sé... -ahora respondió ella con la voz temblorosa por el llanto.

Esa respuesta confundió a los dos.

Price se levantó sin siquiera extenderle la mano, cosa que lo tuvo que hacer MacTavish.

-Volvamos adentro, está empezando a helar y no traes ni una prenda puesta. -soltó dándose la vuelta listo para irse.

Al escuchar "ir adentro" a ella le invadió un terror inexplicable por las venas, poniéndose nerviosa y forcejeando contra MacTavish quien la estaba levantando de los brazos para llevársela.

-¡No por favor! ¡no me lleven de nuevo a ese horrible lugar! -gritó desesperada.

Price se volvió a girar hacia ella.

-¿Cuál es el problema 'fenómeno'? hace unas horas acabaste de una manera sangrienta con los soldados. -le dijo algo enojado, tomándose con ironía lo que le decía. Ni siquiera le dio tiempo a que ella pudiera decir algo más cuando ordenó que MacTavish se la lleve adentro de nuevo.
































El cod me sobrecalenta todo el celu ahh

Llegada de lágrimas Donde viven las historias. Descúbrelo ahora