0.5 |John P|

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-Equipen la red, también los silenciadores y el gps -ordené con apuro hacia el grupo mientras nos preparábamos para esa misión.

Todos hacían caso inmediato moviéndose con rapidez, y en eso habló por primera vez quien portaba una máscara cadavérica.

Ghost.

-¿Y por qué el gps?

-Por si se nos escapa aquello, para no perder de vista ese monstruo.

Todos nos subimos a la camioneta con un único objetivo. En el transcurso se fue repasando el plan de ataque y una que otras instrucciones importantes para el momento, sin embargo Ghost no ha dicho ni una palabra, es más, ni siquiera prestaba atención a lo que decíamos porque se la pasó con los ojos en la ventana, pero conociéndolo, sabía que él tenía ya de entrada todo en claro.
Al llegar al destino todos bajaos con cuidado de no provocar ruidos fuertes, pues la presa estaba a pocos metros, el grupo se dividió para rodear la zona, algunos se escondían entre las ruinas tanto de techo como tierra, por mi parte estaba sobre una superficie alta donde las paredes y escombros me cubrían lo suficiente para no ser detectado al instante, de modo que apunté hacia donde estaba su hombro, pues no podíamos matarlo aún.

Fueron unos minutos largos cuando giró su cabeza vendada hacia mí dirección, la sangre se me heló y los nervios no tardaron en aparecerse más frecuentemente, pero aún así mantenía mi postura quieta, de todos modos esto es una distracción para que un segundo dispare.
"Joder, me está haciendo sentir más ansioso" me dije a mi mismo mientras sudaba. Seguí mi vista hasta que me percaté que hizo un movimiento brusco hacia donde yo estaba, me perturbé aún más pero en el momento otro soldado disparó un tranquilizante hacia el individuo, cayendo de golpe. Toda la fuerza corrió apuntando acercándose a una distancia moderada. Entonces yo me arriesgué para acercarme más solo para confirmar que realmente el cuerpo estaba dormido, y así fue.

De modo que atamos sus extremidades, cubrimos sus ojos y lo colocamos en la parte trasera de la camioneta, finalizando esta tarea.

-Creí que sería más pesado lidiar con eso. -habló Alejandro- que se nos iba a escapar como un gato.

-Pero no fue así, fue más débil que eso. La parte más jodida de todo es el examen general, de pie a cabeza -solté fastidiado.

-...Y el interrogatorio, pero de eso siempre te encargas tú así que es algo menos.

Suspiré algo irritado.

-Por ti, yo hago las preguntas y tú me sirves el café, idiota. Por supuesto que estarás de testigo, mira y si se descontrola aquello que llevamos.

-Ponlo a Ghost para que defienda si es necesario.

-Oh no, la última vez le quebró la muñeca a un sospechoso solo porque se puso muy agresivo con las preguntas.

Llegada de lágrimas Donde viven las historias. Descúbrelo ahora