-Auch... -solté un quejido cuando Price presionó el vendaje sobre mi mano, rechacé el ardor alejando mi mano, pero él no dejó que pasara sujetándomela más fuerte.
¿Cómo me lastimé? le conté que cuando Ghost me llevó en sus brazos corría tan rápido sin importarle chocarse con nada, pero mi mano se golpeó contra una pared porosa al salir del edificio.-¿Puedes mover tu mano? -me preguntó una vez terminó de curarme. Moví mis dedos pero la piel me ardía, sin embargo fingí que no me dolió.
-No me duele -mentí, mirándolo atenta, pero él sospechó. Se levantó a buscar una pistola y me la extendió esperando a que la tome. Nerviosa la agarré de la parte trasera pero no pude resistir el ardor de las gasas apretándome, de modo que él me la sacó de las manos y puso una seria expresión.
Me sentí muy mal.
Price se dio la vuelta para marcharse sin decirme nada. No entendí que pasó, me puse de pie para seguirlo. Salimos al exterior de la base, la fría brisa del atardecer penetró mi piel a través del delgado uniforme. Apresuré mis pasos y no me dio tiempo a frenar con mis pies cuando me lo choqué. Giró su cuerpo hacia mi y me miró por encima de su hombro -vuelve adentro, la helada está por caer -me ordenó de una forma muy fría.
-¿Estás enojado conmigo? -pregunté nerviosa, ignorando su orden. Al no obtener respuesta añadí otra pregunta más -¿es porque mi mano está deshabilitada?
-No, no tiene nada que ver...contigo -balbuceó como si estuviera eligiendo las palabras. Aún así su tono no me convence mucho. Me quedé estática mientras lo miraba a los ojos, lo examinaba sin ningún tipo de intención maligna. Recorrí todo su cuerpo con interés, buscando que es lo que más me llama la atención.
Pero siempre me detenía en sus ojos, el contacto visual con él me producía sensaciones extrañas, unas nuevas que nunca experimenté antes.
-¿Qué pasa? -su pregunta me hizo sobresaltar a penas.
-Nada... -le dije sin apartar la mirada de su rostro, él también estaba como yo, mirándome con las pupilas estáticas, pero inmediatamente la desvió.
-Vete -me volvió a decir dándome la espalda. Dejé que se alejara de mí conforme a sus apresurados pasos de los cuales renuncié a perseguir.
...
Me estaba aseando a solas siguiendo los mismos movimientos como el capitán Price lo hizo la primera vez. Pero el lugar es muy pequeño y frío, el agua helada parecían agujas que me pinchaban al tocar mi piel. No es soportable pero siempre ha sido una costumbre para mí el tormento del sufrir el frío.
Todo el piso estaba salpicado a grandes centímetros de mi distancia, y las gotas que caían de mi cabello se añadían constantemente.También me dolía la cabeza en conjunto de una invasión de sentimientos vacíos.
Me senté sobre la cama abrazando mis rodillas mientras temblaba sin parar. Ya era muy tarde, nadie merodea por la zona, y eso solo me hacía reconocer que pasaría la helada hasta que el sol salga para que mi ropa mojada también pueda secarse.En eso unas pesadas pisadas se adentraron en la oscura habitación y se dirigían hacia mi. El instinto natural de matar se volvió a despertar en mí sin avisar, asocié un enemigo que se aproximaba sin descanso.
Estaba preparada para lanzarme sobre él y acabarlo, mas, cuando se detuvo, escuché su voz y bajé la guardia, quedando paralizada.-Soy yo, no te asustes -susurró tranquilamente Price. Mi corazón se aceleró ante un repentino sentimiento inexplicable después de recapacitar sobre lo que iba a hacerle si él no hubiera hablado antes. Mis ojos se humedecieron de imaginar que pude haberlo matado sin ninguna razón. No controlé mis sollozos cuando sentí que una manta rodeó mi helado cuerpo. Me invadió de nuevo la culpabilidad como antes cuando maté aquél escorpión. Pero no dije ni di una explicación sobre esto.
...
Sobre la mesa reposa mi mano herida, ya no duele tanto, aún así es bastante molesto porque es como un obstáculo para mí, y siento que también para los demás, dado que significaba estar ausente con los demás soldados en las misiones, por más que yo no participara mucho aún. Estaba dejando que la atmósfera de soledad me consumiera, no hasta que Price volvió a entrar portando algo en sus manos.
Se me acercó apoyando papeles y un lápiz sobre la mesa.-¿Qué es eso? -le pregunté sin ganas. Sabía lo que era perfectamente, solo buscaba una explicación.
-Es para que te distraigas un poco mientras estamos lejos, puedes dibujar en ellos, ya no tienen utilidad.
-No soy una niña... además, tampoco he dibujado antes.
-Es una buena oportunidad para empezar por primera vez entonces -arrastró los papeles poniéndolos frente mío- solo quédate aquí, volveremos en algunas horas.
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Llegada de lágrimas
Fanfiction[ᵗᵉʳᵐⁱⁿᵃᵈᵒ] [Temas sensibles] "Muy joven para matar, muy inocente de este mundo, muy extraño de entender". Ser tratado como presa inferior es lo peor para un criminal, pero es peor si se trata estar bajo la supervisión del capitán John. (No está...