Capitulo 9

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No sentía ni un músculo de mi cuerpo.

Intentaba moverme.

Abrí mis ojos de par en par y una luz cegadora me inundó, me moví para levantarme pero no pude mire hacia abajo y vi que mis muñecas estaban atadas y tenia alrededor de mi cintura una especie de cinturón.

Vi a mi madre detrás de un cristal estaba llorando y le gritaba a mi padre, no entendía que pasaba, mi madre estaba muy mal y aunque quisiera no podía odiarla.

- Abre la boca y muerde. - ordenó un doctor, yo le hice caso. Estaba sobrecogida , ¿ qué hacía aquí ?

Me di cuenta de que esta no era mi hábitacion, era un cuarto con todo tipo de aparatos a mi alrededor, de pronto me pusieron ¿ electrodos ? ¿ Por qué me ponían electrodos ?

-¿ Lista? - Me pregunto otro doctor con una mano en una maquina, yo no respondí, no sabia que me iban a hacer.

De pronto el peor de los dolores se apoderó de mi, el dolor me inundaba y yo gritaba mientras mordía el mordedor del dolor, me retórcia interiormente, mis lágrimas estaban ahí, a punto de caer pero no callerón, vi atreves del cristal que a mi madre llorar y gritar intentaba entrar en la sala donde yo estaba pero mi padre no la dejaba.

Poco a poco el dolor fue disminuyendo, pero sabia que ellos no lo habían disminuido.

- ¡Le está dando un paro! ¡Su corazón! - Dijo uno histérico, mi respiración se corto de inmediato yo solo me limitaba a ver esa luz cegadora, nadie hacia nada y en una milésima de segundo volví a respirar.

- ¡Mañana seguiremos! - Informo uno.

*******

No sentía nada, nada, ni un maldito sentimiento que me ayude a explicar o a dar una razón coherente a esta faceta de mi vida. No se como ni por qué llegue a esto pero ya no me importaba.

No he dormido nada, tampoco he comido, no me he cambiado, no me he aseado y lo que si he echo es llorar en silencio,fumar y cortarme todo esto sin salir de esta maldita habitación.

El dolor de la sangre brotar de mis muñecas no era comprado al dolor de esas máquinas.

-¿ Iris? - No conteste. - Iris.... Yo no tuve la culpa te lo juro... Tu padre... El cree que eres la culpable d el muerte de tu hermano.... - Me dice mi madre, yo ni siquiera tengo fuerzas para darme la vuelta, me escuecen las muñecas, las cuerdas me había apretado demasiado.

Se que suena surrealista que tu propio padre te mande a hacer eléctroshock pero es así.

Después de varios intentos por parte de mi madre explote, me levante y la encare.

-¿ Que mierda quieres? ¿ Quieres que te hable? ¡Tu no hiciste nada para que ese señor llamado mi padre no me madara hacerme toda esa mierda! ¡Y para que te enteres mi padre hace años que tiene una amante al igual que un hija mayor que yo! ¡Así que quiero que te largues de aquí, de mi vida! ¡No te quiero volver a ver! - Le grite furiosa.

- Yo..... - No la deje terminar.

- ¡Fuera! - Le grite histérica, una vez que se fue me derrumbe, deje que mis lágrimas salieran y me senté en el suelo.

- Iris, ¿ que tal.....? - entró Elliott y en cuanto me vio, vino y me levanto del suelo.

Yo simplemente me límite a fingir una sonrisa.

- Esa sonrisa no te la cree ni el papa. - dijo serio, lo que dijo me hico reír.

******

- ¿ Cómo vas? - A pareció por la puerta Elliott, han pasado dos semanas desde que empeze ese tratamiento y voy cada vez peor , Elliott síemre me saca una sonrisa pero el dolor aumenta cada vez peor.

- Bien. - Dije cortante.

- Iris es la hora. - Me informa un doctor.

- ¡Elliott por favor ayúdame! - Le dije mientras me jalaban hacia afuera, el solo se limitó a mirar a otro lado.

****

Cada día estaba peor fragmentos de mi pasado se habían ido y después habían vuelto.

Creía que mi cabeza me iba a explotar, el dolor había aumentado cada día.

Elliot, no había vuelto desde ese día, y yo ya no hablaba con nadie, las enfermeras me miraban con pena y a mi ya no me importaba.

Como toda chica tenia esos días de cada mes, y era lo único que me distraía, pero no me acostumbraba.

Estaban tocando la puerta pero estába con la vista en un punto en el infinito.

-¿ Iris? - No conteste. - Me he enterado lo que esos hijos de puta te están haciendo. - Era Diego pero yo no conteste.

-¿Puedes oírme? - Se puse enfrente mío yo solo asentí, el sonrió contento y se puso a contarme un tipo de plan, que no entendí puse cara extrañada y el se dio cuenta.

- Nos vamos a escapar.- Me dijo seguro, yo me lo quede mirando. Reí a duras penas . Eso era físicamente imposible .

Crocodile TearsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora