Capítulo 38

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Maratón -P/6

Silencio.

Eso es lo que había.

Abrí los ojos.

Oscuridad.

Sirenas de ambulancia.

Yo estaba en una.

A mi lado no estaba el.

Solo unos enfermeros.

Me vi pálida y con heridas.

Recorrí la mirada hacia el.

Que ya había parecido.

Estaba a mi lado de la camilla.

Tomandome  la mano.

- Lo siento. - Oí su pequeño susurro y vi cómo se iba.

De nuevo.

****

Grite.

- Hey, ¿ Estas bien? ¿ Qué haces sentada ahí? - Giré mi cabeza.

¿ Qué había pasado?

Recuerdos y dolor.

Esto estaba mal.

- Me acuerdo de ti, ¿ Eres la chica del vodka morado? ¿ A qué si? - Oí su risa profunda, asenti.

Mire al frente.

Era la casa de los Parker.

Había llegado caminando.

Pero parecía un sueño.

- Oh espera, ¿ Estas llorando? ¿ Por que tienes una brecha en la ceja? - Le mire curiosa.

¿ Qué barbaridad estaba diciendo?

Me toque la ceja y vi mis dedos.

Sangre.

Fruncí el ceño.

- No se. - Dije.

- Que raro . - Dijo sentándose en el suelo. A mi lado.

Tenia ganas de golpear a alguien.

Era todo tan real pero a la vez tan irreal.

- ¿ Y An? - Pregunté volviendo al mundo.

- Se quedo en el club, estaba bien pero a punto de ponerse ebria y recibí una llamada de una colega, a las 3 lo tengo que ir a recoger. - dijo suspirando.

Mierda, An, espero que te sepas cuidar... Como buena amiga que soy debería ir, pero... ¡Dios que dilema!

¿ Qué hora era?

Mire mi móvil.

Las una menos cinco.

Espera...

- ¿ Y ese colega es Amelia? - pregunte mirándolo.

El se me quedó mirando.

Peridido en sus pensamientos.

Suspiro fuerte.

- Cuanto desearía que fuera Amelia. - Dijo tirando unas pequeñas piedras a la carretera. - Fue una gran amiga... - Dijo susurrando.

¿ Fue?

- Bueno me tengo que ir, adiós. - Me dio un suave apretón en la rodilla desnuda de mi cuerpo y lo vi alejarse.

Como Amelia.

Me quedé ahí sentada, pensando.

¿ Por que Amelia había vuelto sin querer?

Era raro conocer una chica una en una noche y que después de años vuelva.

Quise volver al pasado.

En  el que corría y pare.

Flash Back

- ¡ Mapache! - La voz de mi hermano retumbo por los pasillos de la casa.

Cansada y con pereza de levantarme camine hacia la puerta giré el pomo y grite :

- ¿¡ Que!?

- Uy pero que humos. - Revolvió mi pelo. - Quiero que me sigas y sin rechistar, ponte tus convers. - Dijo con una sonrisa ladeada.

Sin rechistar me dije.

***

- ¿¡ Ya llegamos?!  Me voy a quemar... - Rechiste cansada.

Sonreí.

Sin rechistar.

Y mis cojones.

- Te dije que no rechistaras. - Refunfuño cansado.

- Iris. - Dijo parándose. Le mire curiosa. - Te reto a correr. - Me dijo sonriendo.

- ¡Ya! - Gritó y lo mire sorprendida.

Corrí, y corrí, veía mi cuerpo moverse a mil por hora.

-¡ Para! - Oí su grito.

¿ Por que?

Era divertido sentir el viento.

Frene en seco y  grite.

- Como corres mapache.- dijo tocándome el hombro, yo respire.

- Este es mi lugar favorito. - Dijo.

Había parado por causa de un acantilado.

Fin del flash Back.

Sonreí ligero al recordarlo.

Sentí mi pulsación a mil.

¿ Era hora?  ¿ Hora de ir con tigo? ¿ Reunirme con tigo?

Solo estaba a pocos pasos corriendo pero a mil caminando.

Respire profundo.

¿ Me atrevo?

Sin pensarlo una vez más corrí.

Corrí por ti.

Por ese día.

Por ese recuerdo.

Corrí sin parar y no quise parar.

- Si tu lo haces yo también. - Oí gritar a alguien.

Quise girar a ver quien era.

Pero estaba por llegar.

Todo había pasado tan lento cuando en verdad solo han pasado una fracción de segundos.

- No lo hagas. - Otra vez gritaron.

Un poco más.

Cerré los ojos y solté los tacones de mi mano.

- Me moriría. - Mi cuerpo freno, el me freno.

Sus ojos estaban cristalizados, ahora parecía que sus ojos de verdad eran el mar.

Sus ojos azules estaban tristes.

- Me moriría. - Volvió a decir pero esta vez susurrando mientras cogía mi barbilla.

Cerré los ojos, lágrimas caían.

Mis lágrimas se juntaron con ese tierno beso.

Era tierno.

Y me asustaba.

Yo, Iris, no me  enamorarme.

Nunca.

Solo es sexo me repetí en mi cabeza pero paro y me perdí en el beso.

Crocodile TearsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora