𝒜𝓁𝓂𝒶𝓈 𝒢𝑒𝓂𝑒𝓁𝒶𝓈Las calles de París estaban cubiertas de una capa blanca de nieve que descendía con elegancia del cielo, él llevaba el brazo de Emma entrelazado con el suyo mientras caminaban fuera del restaurante donde habían cenado en honor al cumpleaños de la chica.
Emma era una joven maravillosa pero estaba sumamente adolorida después de la relación que tuvo con su ex-pareja, Pierre. Aún así, en pocas semanas ambos se habían vuelto algo inseparables, ella parecía ser una chica muy solitaria pero a pesar de ello, muchos amigos de Luca y él parecían conocerla porque era de las mejores alumnas de su facultad.
Cuando se detuvieron para cruzar la calle, la joven callada se volvió un suspiro.
— ¿Trece preguntas? — cuestionó con una sonrisa alargan sus labios, su altura era casi la misma pero Harry se encontraba con frecuencia pensando en Louis cuando la personalidad Emma salía un poco a la luz. Asintió distraído, pensando en que algún día podría presentarlos y no dudaba de lo bien que se llevarían.
—Eres igual de curiosa que él — confesó al pisar el asfalto en dirección a la universidad.
— ¿Puedo preguntarte sobre él? — sonrío aún más sabiendo que no obtendría negativa. Él asintió y ella pareció dar redoblar su paso emocionada. — ¿Qué olores te recuerdan a él?
El chico negó más para sí mismo que para ella por qué si, Harry podía responder esa pregunta sin balbucear.
—Pasto mojado, café, miel, moras, productos de bebé o hamburguesas.
— ¿Cómo es su personalidad?
— Es ruidoso, valiente y parece que le es imposible quedarse callado, siempre se metía en problemas cuando era niño por defender a alguien o algo.
— Entonces es una persona muy segura ¿no?
— Su cuerpo es su punto débil, cuando llegó a los trece años comenzó a volverse muy inseguro, si le decían algo se les iba encima pero luego llegaba a casa para encerrarse a llorar, Elliot y yo estudiábamos para nuestro último año antes de entrar a universidad en esas fechas.
El camino se volvió algo silencioso después de esa respuesta, la joven parecía pensar y Harry sólo se dedicaba a apreciar su alrededor.
— ¿Elliot lo hacía sentir bien consigo mismo? — preguntó con la voz un poco gastada.
—No lo sé, nunca me sentí bien preguntándoles más sobre su relación, quiero suponer que sí.
— Cuéntame un secreto tuyo, prometo mantenerlo—el chico dudó unos segundos pero finalmente encontró en su cabeza un cajoncito lleno de sus travesuras de cuando era joven, de las cuales nunca nadie se enteraría, tal vez, hasta esa noche. Harry sentía que podía confiar en Emma después de todo lo que ella confió en el.
— Lo bese cuando tenía trece años y estaba inconsciente por la fiebre.
— ¿Qué has dicho? — Emma se detuvo sorprendida, aún con el brazo alrededor del suyo. — ¿Le has robado su primer beso a Louis?
— No creo que eso cuente como primer beso, él no estaba en sus sentidos, lo cual me da vergüenza admitir porque no debería de haberlo hecho, se que estuvo mal. Para él su primer beso ocurrió dos años después cuando Elliot lo...
— ¡Oh por dios! Le diste su primer beso y ni siquiera lo sabe — Harry rió por el modo en que su amiga se llevó sus manos -cubiertas por los guantes- a la boca, estaba atónita. —¿Y? ¿Qué tal fue?
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Las rosas llevan vendas➳
RomanceObra terminada en Febrero del 2016 Roses wear blindfolds; Violets crack whips; candle wax dripping, teeth biting lips. (Las rosas llevan vendas; las violetas azotan grietas: velas derramando cera, dientes mordiendo labios) ―Michael Faudet, Sunday S...