‹‹ El agua estaba teñida de blanco y el olor floral que se respiraba en su piel tenía al hombre con los pensamientos feroces como el viento llevándose las hojas de los árboles.
—Eres tan cruel— musito el más joven con su cabeza recostada en el pecho de Harry, la sensación de la piel contra la otra estaba generando un rubor en sus mejillas, si alguien preguntaba era la fiebre.
— ¿Sí mi rosa?— preguntó con un tono irónico mientras entraba en el menor quién siseo al sentir una mordida en su hombro, su risa curándose en la mejilla del hombre.
Harry miraba el modo en que el agua danzaba con el ritmo de sus cuerpos volviéndose uno, pensaba que el silencio era hermoso pero luego escuchaba la voz dulce gemir su nombre como un ángel cantando un coro y aceleraba la caligrafía sexual sobre la piel del menor.
— Y tan bueno...—agregó después de unos segundos, sus manos acariciando el cabello del mayor quien lo abrazaba y al mismo tiempo manoseaba su miembro y acompañantes de manera pacífica mientras impulsaba sus caderas rebeldes atacando la entrada con hambre. ››
— ¿Crema o glaseado? — se vuelve hábil mientras saca el pastel del horno, gira a su lado para ver la cabellera rubia del niño de nueve años a su lado.
—Glaseado— responde de inmediato encontrando la mirada de su padre, dos pares de ojos verdes asintiendo con picardía mirándose el uno al otro. Thomas no demoró en correr a la despensa a buscar el azúcar y el hombre sonríe al escuchar un piano ser tocado con torpeza acompañado de risas.
—El viernes es la final ¿no es así? — desliza la paleta por el pastel mientras de reojo podía ver a su compañero de repostería probar la mezcla del recipiente donde habían preparado la masa.
Ambos llevan mandiles del mismo color rojo y él no puede evitar admirar cuando se endereza que su hijo ha crecido lo suficiente como para llegarle por debajo del hombro.
—Si, ¿crees que papá logre ir? — su voz parece ser cuidadosa y él entiende por qué. Louis ha comenzado las prácticas para finalizar su carrera de medicina y eso ha implicado que sus horarios sean muy desordenados debido a los exámenes y tareas.
—Prometo que lo hará, ahora llevemos nuestro pastel a nuestros jueces— ambos asintieron antes de salir de la cocina con destino al comedor donde los gemelos estaban sentados en el regazo de Louis, aun envueltos por las cangureras al cuerpo del joven.
— ¡Hicimos pastel! — anuncio Thomas riendo ante como sus hermanos pequeños balbuceaban y golpeaban las teclas del piano con emoción.
Harry dejo el postre en la mesa, caminando hasta el hombre menor para ayudarlo con el peso de uno de los gemelos, descifrando emoción a través de los cristalinos ojos celestes protegidos por unos gruesos lentes.
— ¿Puedes cortarme una pedazo Tommy? — solicita el chico de pupilas cansadas y azulinas mientras se levanta del banquillo frente al piano y acaricia el rostro de Thomas con cariño. —Ha crecido tanto — confiesa una vez que el infante ha ido hacia la mesa y el hombre asiente con afecto, recibiendo al pequeño Emir en sus brazos.
—No debes de cargarlos a ambos, vas a lastimarte la espalda— comenta y en tanto sostiene al bebé de piel como los huesos de los olivos y ojos miel, su mano libre acaricia la parte baja de la columna del joven quien se acerca a su pecho y apoya ahí la cabeza recibiendo algunos cuantos jalones de pelo de parte de Maël.
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Las rosas llevan vendas➳
RomanceObra terminada en Febrero del 2016 Roses wear blindfolds; Violets crack whips; candle wax dripping, teeth biting lips. (Las rosas llevan vendas; las violetas azotan grietas: velas derramando cera, dientes mordiendo labios) ―Michael Faudet, Sunday S...