Capítulo 18

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Ninguna tuvo la oportunidad de sugerir que entraran. El busca de Lisa tomó la decisión por ellas.

Alerta Trauma STAT... trauma admisión... Alerta Trauma STAT... trauma admisión... Alerta Trauma STAT... trauma admisión...

Lisa se encogió de hombros disculpándose, se giró y corrió, Jennie la siguió pisándole los talones. Sin molestarse con los ascensores, bajaron por las escaleras de hormigón hasta la primera planta. En el momento en que llegaron a admisión de trauma, el primero de varios heridos de bala que venían en una serie de ambulancias, entraba por la puerta. Jisoo ya estaba ocupándose de él y comenzando su evaluación, Jackson Wang junto a otras enfermeras, corrieron hacia los demás pacientes que iban llegando, para valorar cuáles de ellos necesitaban atención inmediata; Rosé también estaba en la escena con su cámara sobre el hombro.

—¿Qué tenemos? —preguntó Lisa mientras cruzaba las puertas dobles rápidamente.

—Lucha de bandas, —respondió Jisoo sin levantar la vista del hombre joven al que estaba intubando. —Múltiples heridas por arma de fuego, y arma blanca.

—¿Cuántos van a venir? —preguntó Lisa dirigiéndose hacia el primer paciente de la cola, poniéndose los guantes mientras caminaba.

—No lo sé, —dijo Jisoo distraídamente. —Los paramédicos han dicho que había al menos una docena de heridos. Este tipo tiene un agujero en el vientre, y tiene que ir a la sala de operaciones de inmediato.

—Jackson, —llamó Lisa, levantando la venda de gasa empapada de sangre del pecho de la segunda víctima, —llama a Tyler y al resto del equipo de apoyo. Vamos a estar ocupados por aquí durante un tiempo. —Estudio la herida de cinco centímetros entre la segunda y tercera costilla, y le preguntó al paciente: —¿Cómo te llamas?

—Vete a la mierda, —gruñó el adolescente, incorporándose y girándose para mirar al muchacho en la cama junto a él. —Más te vale que te mueras, hijo de puta, porque si no lo haces te voy a matar.

—Tienes un pulmón perforado. Vas a necesitar cirugía, —le informó Lisa impasible.

—Quiero ir a ... a ... otro hospital. No ... quiero estar en ningún sitio cerca de estos... hijos de puta.

Mientras hablaba, sangre roja brillante y espumosa salía de sus labios, y Lisa tuvo que obligarlo a acostarse de nuevo. Maravilloso. Miembros de pandillas rivales, que siguen con ganas de pelea. Perfecto. —Déjalo para otro día. Tienes una herida de arma blanca en el pecho. De momento no vas a pelearte con nadie.

—Sólo... mantenerlos... lejos de mí, —jadeó débilmente justo antes de que sus ojos se pusieran en blanco, y perdiera la conciencia.

Los siguientes minutos, Lisa estuvo ocupada insertando tubos torácicos, y cogiendo varias vías para que las enfermeras pudieran inyectar sangre y líquidos por vía intravenosa. Jisoo silenciosa y eficientemente hacía lo mismo con los tres heridos más críticos que fueron llegando en rápida sucesión. Varias enfermeras y dos residentes quirúrgicos más de la unidad de cuidados intensivos, se unieron para ayudar a las estabilizaciones iniciales.

Jennie y Rosé se apartaron de la bulliciosa zona de acceso de camillas y personal médico, situándose en un buen punto de observación desde donde filmar la acción. Después de más de doscientas horas de experiencia de guardia, habían elaborado un sistema que era casi tan sencillo como la coreografía de reanimaciones que se llevaban a cabo a su alrededor. Jennie sabía por las imágenes que habían grabado hasta el momento que Rosé y ella, estaban trabajando en la misma sintonía. Era fantástico cuando ella, y su directora de fotografía tenían la misma opinión. No le hacía falta preocuparse de que Rosé dejara de grabar algo importante, y eso era muy bueno para ella, porque a menudo se encontraba mirando a Manoban para ver su trabajo.

Suposiciones destrozadas┃ JENLISADonde viven las historias. Descúbrelo ahora