Suposiciones destrozadas┃ JENLISA

Capítulo 3

Anotación del proyecto personal Kim

1 de Julio −10:45 AM

Acabo de terminar mi primera mañana de rondas. Estoy agotada y eso que nadie me ha preguntado nada. Todo lo que he hecho ha sido pasar de cama en cama y ver el proceso. No he entendido mucho de lo que han dicho, sobre todo cuando han empezado a hablar sobre los valores de gases en sangre, y los resultados del coma de Glasgow. [Nota: hablar con Jisoo, para que explique en el documental, la calificación para las lesiones en la cabeza, preferentemente con un paciente de fondo. Conseguir que Manoban acepte que filmemos en la UCI. Comprobar la compatibilidad de iluminación de la UCI].

Lo que me ha quedado bien claro, es que es en las rondas de trauma donde empieza el verdadero trabajo del día. Es el único momento en que todo el equipo está junto, y es cuando Manoban afina el plan de tratamiento para cada paciente de la UCI.

El residente a cargo de cada paciente, le resume el estado del enfermo y todo lo que hay que hacer con él, consultas, estudios, ajustes de la medicación, etc., se discute entre todos. Manoban autoriza los cambios, y después los médicos asignados a los pacientes menos críticos en planta van a visitarlos, y los médicos responsables de las urgencias traumatológicas entrantes - hoy Manoban y Kim- bajarán a la zona de admisión de Trauma.

Yo ...

—¿Srta. Kim?

Jennie saltó, asustada, y apagó la grabadora. Sonrió a Manoban, que estaba apoyada en un hombro contra la pared, observándola. —Lo siento. No sabía que estaba ahí. ¿Me necesita para algo?

—Quería enseñarle el área de urgencias. Voy hacia allí ahora.

—Estupendo, —respondió Jennie, deslizando el pequeño dispositivo en el bolsillo de su pantalón mientras caminaban. —Gracias por dejarme estar presente en las rondas de esta mañana.

—¿Ha grabado en ellas también?

—No, —dijo Jennie muy seria. —Suelo grabar notas para mí misma, impresiones, reacciones, recordatorios. Cosas que podría utilizar para voces en off en la película. Si quiero grabarle a usted o cualquier otra persona, se lo pediré.

Manoban se quedó callada por un instante y preguntó: —¿Por qué eligió a Jisoo Kim para su proyecto?

Pasaron junto a la sala de espera de urgencias, ya llena de pacientes, en su mayoría madres con niños y personas de mediana edad con heridas leves. Las personas con problemas potencialmente graves generalmente llegaban en ambulancia, y entraban directamente al Box. Jennie miró hacia adelante por el pasillo y vio un conjunto de puertas, con un dispositivo de seguridad que indicaba que era necesaria una contraseña para entrar.

—Nos conocimos hace tres años en los Juegos Olímpicos. Yo estaba haciendo un reportaje sobre las mujeres atletas, y empezamos a hablar sobre sus planes después de los juegos. Cuando empecé a trabajar en esto, pensé en ella.

—¿Y ella estuvo de acuerdo? —preguntó Lisa, marcando el código de la cerradura de la puerta. —Es la misma que la extensión telefónica, dos cuatro dos cero.

—Sí, —respondió Jennie, siguiéndola. —Lo hizo. ¿Por qué?

Lisa se encogió de hombros. —Eso es lo que me pregunto yo, ¿por qué?

—Pues se lo va a tener que preguntar a ella. Me gustaría hablar de usted en el documental, de su formación, antecedentes, experiencias personales, ese tipo de cosas.

Lisa se detuvo y la miró. —Todo lo que necesita saber sobre mi está en mi Curriculum. Mi secretaria puede dárselo. Creo que ya conoce su número.

Había una ligera nota de dureza en su voz que no dejaba lugar a discusión. Jennie se guardó la sorpresa y la curiosidad para sí misma. Había empujado lo suficiente para el primer día. —Muy bien, gracias.