Circles – Post Malone
Paul.
Nerea estaba muy enojada conmigo. La entendía, me había comportado como un idiota no solo una, sino dos veces. La verdad es que el temple de ella me sorprendía; a pesar de enojarse jamás perdió el control ni dijo cosas que no quería decir, simplemente conservó la calma y como niño regañado me mandó al rincón del auditorio para que no la distrajera ni le recordara lo mucho que me odiaba en este momento. Obedecí, no quería que siguiera molesta conmigo. Nos veíamos poco, y todavía llegaba con mi mal carácter... ¿Qué clase de novio era?
Lizzy me veía divertida y aunque también me había dado una especie de advertencia, lucía como si tuviera un chiste interno. Estábamos fuera de la oficina esperando a que Nerea regresara del auditorio con las cajas restantes. Apareció con Wessley, hablaban sobre algo, aunque ella no parecía estar muy contenta de lo que el hombre le decía.
—Tienes que dejar de tratarla como una chiquilla, bombón —me dijo Lizzy sacándome de mis pensamientos—. Ella es una mujer adulta y respetable, si hay algo que ella no haría, sería engañarte.
—Me negó.
—Estaba enojada, además fue solo por cinco minutos —hice una mueca y ella sonrió—. De verdad, dale la oportunidad de que te quiera. Ella es una gran mujer, agradable, sincera y muy amorosa. Si ella te quiere hará lo posible porque seas feliz a su lado.
—Lo sé.
—Entonces confía y deja de pegarle a la gente, especialmente si se trata de nuestro jefe —puse los ojos en blanco—. Es un buen jefe, aunque no lo creas.
—¿De verdad?
—Lo es. Desde que llegó, nos ha dado permisos de maternidad a Nerea y a mí cuando nuestros hijos enferman o cuando tienen presentaciones en el jardín de niños. También cuando ve que estamos saturadas de trabajo y él se ha liberado del suyo, siempre nos ayuda —ella hizo una mueca—. No sé qué clase de pasado haya tenido contigo, pero con nosotras se ha portado muy bien. Así que trata de comportarte, al menos aquí.
Me quedé en silencio por un momento escuchando los motivos por los que no debería de matar a Wess. Habíamos sido amigos durante veinte años, la última vez que lo vi fue en esa noche fatídica en la que todo se fue a la mierda, pero de eso ya había pasado casi el año. No había vuelto a hablar con él desde entonces.
Nerea llegó a donde estábamos, dejó la caja en el suelo y Wessley dejó la que él cargaba a su lado. Lizzy le sonrió y él también lo hizo.
—Señorita Murphy —dijo refiriéndose a Lizzy—, sus actividades ya han terminado. Nos vemos mañana en la oficina.
—Gracias señor —comentó ella tomando su bolso.
Lizzy se acercó a mí y me dio un abrazo fuerte.
—Respira, galán —susurró cerca de mi oído. Luego se acercó a Nerea y la abrazó también. Wess solo le dio un beso en la mejilla y ella se fue hacia donde estaba su auto.
Nerea me entregó una caja y señaló la oficina, tenía que dejar esas cosas antes de irse. Pensé que Wess nos seguiría, pero solo se quedó en la entrada.
—Tengo que irme ya señorita Scott, ¿se encarga? —ella asintió—. Nos vemos mañana.
Wess se acercó, le dio un abrazo sin dejar de mirarme. Supongo que esperaba una reacción de mi parte, pero me quedé en mi sitio. Por supuesto que en mi interior había una combustión de emociones, quise alejarlo de ella de inmediato, pero me había prometido no hacer nada que pudiera hacerla enojar. Wess solo se alejó y le sonrió.
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El Corazón de Nerea
RomanceSu paso por mi vida había sido como el de un huracán: Había durado pocos segundos, pero había hecho un desastre de mí.