Cry – Benson Boone
Nerea
El corazón comenzó a rugirme violento contra las costillas. Un doctor que no reconocí apareció en el umbral de la habitación. Le dio la mano al hombre y después de una inclinación se retiró. El doctor caminó por el pasillo hasta que paso junto a mí. Razón por la que mi suegro reparó en mi presencia. Por primera vez, incluso antes de que nos presentaran formalmente, él no sonrió.
—Mierda...
El señor Lee Kyum He caminó hacia mí, no parecía sentirse tan seguro y autoritario como siempre se dirigía a mí. En cuanto estuvo a unos pasos de distancia, intenté pensar en lo que le diría, pero creo que todavía no sabía qué decir exactamente.
—Yo... —intenté hablar, pero alzó los brazos y me rodeó con ellos.
Este abrazo no lo esperaba en ningún posible universo. Me abrazaba fuerte, como si supiera que este sería el primero y el último de ellos. Al separarse de mí me miró con media sonrisa y luego señaló las sillas que estaban al frente, en la pequeña sala de espera.
—Sé que sabes por qué estoy aquí.
—Supongo que está intentando de convencer a Paul de dejarme —él no confirmó nada, pero tampoco lo negó—. Imagino que sabe la cantidad de dinero que ha gastado él en nosotros.
—Mi hijo es la persona más terca que conozco —sonreí. No me conoce a mí.
—Lo he convencido de regresar a Houston, tiene trabajo que hacer y no estoy dispuesta a permitir que arruine su carrera por mí. De hecho, hace un par de horas me envió un mensaje diciéndome que ya se encontraba en el aeropuerto. Probablemente ya haya aterrizado allá. ¿Lo estaba buscando?
—Creo que no sería lo más sano que él y yo nos encontráramos pronto. No le gusta que le diga sus verdades, aún cuando la tiene frente a la nariz —Apreté los labios, sabía que lo que se hablara en los próximos minutos salvaría o pondría en peligro mi relación con Paul.
Mi suegro era un hombre maduro que contaba con un par de canas en su cabello, pero los cuidados que seguramente su esposa le daba, lo hacía lucir como un hombre guapo y muy inteligente. De alguna parte Paul tendría que haber heredado su belleza. Supongo que tanto su padre como su madre habían sido muy guapos cuando eran más jóvenes.
—Como sabes, me dedico a la robótica biomédica —asentí con lentitud—, eso me permite tener conexiones con ciertos hospitales y conocer a una cantidad importante de profesionales de la salud —permanecí en silencio, no sabía hacia donde se dirigía esta conversación—. Es así que dos de mis mejores amigos me acompañaron aquí para ver el caso de... el joven Lucas. El Dr. Sanders es un experto cirujano especializado en quemaduras, él trabaja para el Centro en Parkland, lo recibirá allá mañana —alcé la mirada, ya había escuchado eso en el área de Finanzas—. El Dr. Vincent es uno de los mejores cirujanos cardiovasculares que conozco. Ha aceptado tratar el corazón de Ellis. Le mandó a hacer algunos estudios, pero por lo que vio hasta ahora no necesitará un corazón con urgencia. Deberá llevar mientras tanto una rehabilitación cardiopulmonar para poder tener una mejor calidad de vida y... Lo ingresará a la lista de candidatos nacional para la recepción de un corazón nuevo.
A pesar de que todo lo que me dijo parecían ser buenas noticias; todo se sentía como una amenaza, como una deuda que jamás podría pagar.
—Yo iba a saldar la deuda que tenían en el hospital, pero al parecer mi hijo se adelantó —no pude evitar sentir una enorme presión en el pecho—. No sé si alegrarme porque él tiene una mentalidad parecida a la mía o enojarme por haber pagado una cantidad tan grande por alguien a quien no conoce.
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El Corazón de Nerea
RomanceSu paso por mi vida había sido como el de un huracán: Había durado pocos segundos, pero había hecho un desastre de mí.