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Ella:

10 de Octubre de 2019.

–¡Ah! ¿Te besó?– preguntó Abril dejando el café en la mesa.

–Sí... Fue todo muy raro, encima le había dicho que no porque pensé que era una broma, pero me besó posta.– luego de explicarle la situación di pequeños sorbos en el café.– Mm, está amargo.

–Ahí tenés el azúcar– señaló la alacena aunque ya me conocía su casa como la palma de mi mano– Y después, ¿Qué pasó?

–Bueno.– Suspiré. Lo que pasó después de ese día fue muy extraño. Terminamos volviendo a su casa ese mismo día, ninguno de los dos fue al colegio por dormir toda la mañana y parte de la tarde, estábamos agotados. Luego, al despertarnos, las cosas se tornaron tensas. Ninguno estaba seguro de hacer lo que queríamos o lo que debíamos. Nos seguíamos tratando cómo antes, pero ambos sabíamos que pasaba algo más ahí, queríamos besarnos de nuevo, probar esa sensación de cosquilleo en el cuerpo.

–Después cada uno se fue por la suya– aclaré– Hablamos un toque estos días, pasa que ahora se le vienen una banda d cosas y reuniones por la música viste, y bueno, anda medio ocupado. Ademas tiene q estudiar porque también va al colegio.

–¿Y vos señorita no deberías estar estudiando también?– me reprochó Abril y escondí mi cara con mi mano cómicamente.

–Sí, sí– vacilé– me tengo que poner las pilas.

Era un sábado a la noche, Gabriela estaba hasta las manos con el laburo, y Mateo no hacía otra cosa que ponerse al dia con la escuela o grabando canciones. Yo pensaba que se la daba bien con el estudio, pero me contó que en su escuela eran muy exigentes. Me reí al imaginarme a aquel chico morocho entregando un examen nervioso y trabándose al hablar. Pero cuando se trata de una batalla el hijo de puta no se traba ni una vez.

Era muy inteligente, eso estaba claro, pero se ponía nervioso fácilmente y las cosas a veces le fallaban, yo al contrario, podía no entender un tema, pero al ser tan intimidante podía convencer fácilmente a alguien convirtiendo pavadas en frases coherentes.

–Colo, ya sé que estas con todo este tema de tu hermano, ¿pero no querés volver a laburar con el teatro? Últimamente me las estuve arreglando, pero no es lo mismo sin vos.

–Lo tengo que pensar– sonreí apenada– quizás el año que viene, no falta mucho para que este termine, y siento que todo lo que hice en el año fueron cagadas tras cagadas, como que quiero desintoxicarme, y empezar de cero.

–¿Eso también influye en...? –señaló mi cuerpo.

–Si. Supongo que empezaré con algún psicólogo o algo, tengo asumido que sufro de un trastorno, lo que quiero saber es por qué y cuándo comenzó todo, te juro que ni yo sé.

–No sabes lo que me alegra escucharte decir eso Colo... ¿Pero qué te impulsó a hacerlo?

–No se... de a poco me fui dando cuenta que no estaba bien lo que veía en el espejo, quizás esa era la razón por la cual siempre andaba bajoneada y con baja autoestima. Estoy cansada de sentirme así, yo te veo comer a vos, a mi vieja, a Mateo y me siento ridícula al hacer lo que hago cuándo ellos lo pasan por alto, me refiero, a que pasan por alto lo que la comida les hace al cuerpo... no me malinterpretes, no es que no me guste, si no que no entiendo porque a ellos no les pasa y a mí sí, que es lo que me falta para gustarme... pero tengo miedo de terminar en una gula incesante– el nudo en mi garganta se comenzaba a formar, y sabía que lo que me iba a soltar Abril iba a hacer que terminara llorando.

–No me quiero hacer la psicóloga con vos, porque sos mi amiga, más bien como mi hermanita– reí.– pero creo que lo que pasa es que necesitas sentirte amada, pero para eso primero te tenés que amar a vos misma. El error llega cuando crees que la situación es al revés y ahí se alteran las cosas. Colo, vos tenés que fijarte en vos misma, ya sé que no es lo mismo decir que hacer, pero la presión a veces ayuda e incita. Vos vas a poder hacerlo, sos hermosa de la forma en que te veas, así que tirá para delante, que amada lo sos, por muchas personas.

Vuelo Atrasado|| TRUENODonde viven las historias. Descúbrelo ahora