Casado Con La Mafia •kookmin•

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Cuando volvemos a la villa esa noche, todavía estoy de los nervios.

── ¿A qué te referías cuando dijiste que Jungkook ya había pasado por esto antes?

──De vez en cuando, pasa algo y la policía intenta ficharle. Pero no lo consiguen.

── ¿Y por qué no?

──Siempre tiene un as bajo la manga. Mañana, sus abogados empezarán a insistir en que los otros empezaron la pelea... Y luego harán desaparecer cualquier prueba de que estaba allí por tratos ilegales.

──Ya veo...

──En el peor de los casos, hará falta un poco de soborno. De todas formas, la mitad de los policías de por aquí están financiados por la mafia.

De repente me viene a la mente Kim Namjoon. La boca se me llena de un sabor amargo.

── ¿Y si sus enemigos presionan primero a la policía?

Si Namjoon tiene contactos con Hoseok, ¿Quién sabe cuántos policías más estan de su lado?

──No arriesgarían un favor por algo así. Sería demasiado atrevido.

Pronto oímos el ruido de un coche fuera.
Yoongi y yo nos miramos. Luego nos levantamos y salimos a toda prisa.
Llegamos al vestíbulo justo cuando Jungkook abre la puerta.

── ¡Qué rápido!

── ¿Qué ha pasado? ¿Cómo te lo has montado esta vez?

Jungkook se cruza de brazos con el ceño fruncido. ──De repente me han dicho que era libre. Supongo que mis abogados se han puesto a trabajar aún más rápido de lo habitual... Pero, por lo que se, estaban preparando el caso para mañana.

──Que extraño...

──Quizá había suficientes testigos que decían que no habías empezado la pelea como para que la policía pensara que no merecía la pena retenerte.

──Tal vez. ──Sin embargo, Jungkook no parece muy convencido.

── ¿Qué ha pasado? Creía que el trato en el festival iba a ser algo sencillo. ──Jungkook me mira.

Al principio, estoy seguro de que va a recordarme que una de las normas es no meterse en sus asuntos, pero en lugar de eso sonríe.

──En nuestro mundo, Jimin, nada es sencillo. El trato se ha ido al traste y algún tonto del otro lado ha decidido que debía forzar las cosa para que salieran a su manera. Eso es lo que parece a primera vista. A juzgar por el número de hombres que tenían en reserva, sospecha que planearon ese resultado desde el principio.

── ¿Entonces?

El ruido de otro coche que se detiene fuera nos interrumpe.
Jungkook mira por la ventana y su expresión se ensombrece.

──Discúlpenme. ──Abre la puerta y sale. No pierdo tiempo en seguirlo.