ÁMSTERDAM | Namjoon

Capítulo 41

Vuelve a mí

GIA

Nam dice que ellos vendrán por nosotros. Y le creo. Ese no es el problema. Me asusta la idea, no voy a negarlo. El problema es que, tras decirlo, Nam supuso que solo había una cosa por hacer: separarnos.

—Ve con Hyesoo y Taehyung por un tiempo. Mientras tanto, yo trataré de resolver esto. Puedo hacerlo —acaba de añadir.

Y aunque se oye sincero, y a simple vista parece convencido, me niego a irme lejos de él. No quiero pensar en eso, menos ahora que finalmente comienzo a entenderlo.

Mi corazón late con fuerza; es una mezcla de desesperación y algo que no termino de entender del todo, pero que me impulsa a sacudir la cabeza.

—No quiero que nos separemos —digo con mi voz temblando ligeramente.

Hemos pasado largos meses juntos. No ha habido un solo día en que no lo haya visto, y la sola idea de estar lejos de él me inquieta sobremanera.

Cuando Nam me abraza con más fuerza, su barbilla rozando la parte superior de mi cabeza, cierro los ojos.

—No tenemos que decidirlo hoy, pero créeme que todo lo que hago es por tu bien, Gia —me dice con voz suave y firme.

—Estoy bien aquí —le aseguro.

Con él sentado a mi lado, no hay ninguna otra cosa que quiera, y trato de demostrárselo aferrándome a su brazo.

Esto que siento es fuerte, desesperante y a la vez agotador.

Recién me dijo que soy la única que hace latir su corazón con fuerza, y me lo demostró poniendo mi mano en su pecho. Ahora siento que mi corazón late igual o peor que el suyo, pero las emociones alrededor no son agradables. Siento impotencia, enojo y desesperación.

¿Por qué cree que separarnos es lo mejor? No tiene sentido.

Esto que tenemos aquí, justo aquí, es lo que me ha mantenido sana y salva. Me siento segura con él. Estoy segura con él. Nunca me sentí así de acompañada y feliz.

Nam no solo me ha entregado libertad, él me ha enseñado un mundo de sensaciones nuevas.

Su presencia en mi vida me ha dado tranquilidad, una tranquilidad que nunca tuve, ni siquiera en mis momentos de mayor plenitud.

¿Y ahora quiere que nos separemos?

No puedo evitar sentir una punzada de temor en mi pecho, aunque hay algo que destaca por encima de todo: este sentimiento creciente que tengo por él. ¿Es amor o simplemente una reacción a la idea de perderlo? ¿Quizá ambas? Necesito entenderlo, pero solo hay una persona que puede ayudarme con esto, y es justamente él.

—¿Has estado enamorado alguna vez? —pregunto acurrucándome más contra su brazo, puesto que seguimos sentado el uno al lado del otro.

—Sí.

Su voz suena baja y mi mano sobre su pecho percibe cómo su corazón se ralentiza tras decirlo.

—¿Cómo se siente? —inquiero, en consecuencia, esperando que sus palabras me brinden alguna claridad sobre lo que yo siento.

Nam se queda en silencio por un momento; su respiración se vuelve profunda y estable mientras reflexiona. Finalmente, inclina la cabeza hacia mí.

—Se siente como... encontrar un refugio en medio del caos —comienza hablándome al oído, su voz siendo apenas un susurro—. Es como si, por un momento, todo en el mundo encajara perfectamente. Es sentir una paz profunda, incluso cuando todo lo demás se desmorona a tu alrededor.