El galán internacional Cesare Caruso esconde un secreto: es un Omega dominante. Un día, su calor lo golpea inesperadamente en un baile de máscaras y se ve arrastrado a un apasionado encuentro con un misterioso Alfa. Cesare se consuela al saber que l...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Advertencia:
Este capítulo tiene contenido para adultos. Se recomienda discreción al lector.
Autor(a): Kim Sol Da
Traducción sin fines de lucro. ESTÁ TOTALMENTE PROHIBIDO: COPIAR, RESUBIR, HACER PDF'S, EPUB'S Y DEMÁS DE ESTA TRADUCCIÓN. Todos los derechos van dirigidos a su respectivo autor.
Capítulo 01
—Ah, ah... Nnngh...
Cesare gemía mientras una lanza de placer penetraba por el centro de su cuerpo. Sus paredes internas brevemente contraídas, causaban que sus jugos brotaran de la abertura donde estaban conectados debido a la intensa presión. El hombre podría haber disminuido la velocidad después de presenciar la intensa reacción de Cesare, pero él, que estaba encima de Cesare, no lo hizo.
En cambio, introdujo todo el eje de su pene, obstruyendo aquella entrada aún más y haciendo que su glande se elevara hacia arriba, amenazando con perforar el estómago de Cesare, por lo que este último se sintió incómodo al sentir como aquel hombre empujaba su pene profundamente dentro de él.
—Es... demasiado profundo... Mm, aah... ¡Ah!
—No, todavía no. Tu cuerpo me está diciendo que quiere más. Hmm... —dijo el hombre.
Los ojos ardientes del hombre que contradecía directamente a Cesare temblaban, habiendo perdido aparentemente toda la razón. Al mismo tiempo, las feromonas de un Alfa extremadamente dominante brotaban como una cascada que hacía temblar a Cesare con un placer instintivo, y por un momento este tuvo la sensación de que su mitad inferior se derretía de felicidad extrema.
O tal vez era algo más que una simple sensación.
¡SLAP, SLAP! (Sonidos de penetración o aplausos XD)
—Nngh... ¡AH!
Tras un sonido agudo, similar al de una palmada, el suave escroto del Alfa chocó con fuerza contra el trasero de Cesare. Ese sonido perturbó los oídos de Cesare, e hizo que el aire de la habitación se sintiera impuro y caótico, pues sonidos de gemidos y respiraciones pesadas se entrecruzaban y resonaban, recordando a una bestia hambrienta.
—Sólo un poco más len... ¡Ah, aah!
Con cada movimiento que hacía el hombre, el cuerpo de Cesare se sacudía violentamente como si se estuviera volviendo loco, y de momento sintió que algo dentro de él se desmoronaba rápidamente con cada empuje violento.
