Etapa Crítica (ABO)

2. Parte 2

Side Story 2.2

Antes de que naciera Sara, Rida había dicho que le gustaría tener varios hermanos, si fuera posible. Quizás fue entonces cuando Cesare decidió tener un segundo hijo.

—Sí...

—Cesare dice que no es el tipo de dolor que le mataría, pero no puedo hacerle pasar por esto otra vez.

—Lo sé. A mí tampoco me gusta ver a papi sufriendo. Y Sara es muy linda. Cuidaré bien de ella.

—Bien.

—Ya no necesito otro hermano, de verdad.

Luego, en señal de promesa, Rida besó la mejilla de Zahir. A su vez, Zahir besó en silencio la frente de Rida. La sentía húmeda, probablemente por las lágrimas que ya había derramado.

«Mi papá llorón...»

Pensó Rida mientras se acurrucaba en el abrazo de su padre.

Cuando Cesare, quien parecía el menos propenso a enfermarse, cayó enfermo, todo el mundo se sorprendió y preocupó, pero gracias a que tenía una constitución fuerte acabó recuperándose, reanudando así su carrera como actor.

Zahir lo desaprobó en secreto, pero comprendió que no debía prohibirle el trabajo a su compañero, así que no se opuso a la decisión de Cesare de volver a actuar.

Sin embargo, se impusieron condiciones más estrictas. Se duplicó el personal de seguridad, le obligó a utilizar aviones privados para los viajes internacionales y Zahir insistió en recibirle en el aeropuerto cuando salía y regresaba a casa, sin excepciones.

A la luz de lo ocurrido cuando Cesare dio a luz a Sara, Rida creía que la tendencia de Zahir a ser sobreprotector era inevitable.

Y ayer fue uno de esos días en los que Cesare estaba a punto de volver a casa tras terminar un programa. Después de tomarse alrededor de un año y medio de descanso, incluido su embarazo, Cesare estaba listo para regresar tras completar el rodaje final de su película de regreso.

La película se rodó en un país bastante cercano a la tierra natal de Cesare: La Valeta. Aunque algunos podrían pensar que era una suerte estar cerca de su país natal, lo cierto es que la seguridad pública en la zona no era muy buena, por lo que Zahir estaba muy ansioso incluso antes de que Cesare partiera para el rodaje.

Por desgracia, las malas premoniciones de Zahir solían hacerse realidad.

—Ya pasó todo. Sólo me estoy cambiando de ropa y refrescándome. Hmm... Parece que estaré en el aeropuerto en una hora.

Cesare había sonado completamente agotado por teléfono, quejándose del calor incluso por la noche.

Eso fue hace dos horas.

Cesare, quien había prometido aparecer en una hora, no apareció. En su lugar, uno de sus guardaespaldas llegó aterrorizado, dando noticias alarmantes a Zahir.

— ¿...Desaparecido?

Zahir, que se paseaba ansioso por la sala del aeropuerto, repitió en voz alta las palabras del guardaespaldas, lo que hizo que Rida, el cual también esperaba a Cesare, se estremeciera ante la insinuación.

—¿Qué quieres decir con "desaparecido"? ¿Decidió irse a otro sitio porque no quería venir aquí? O...

La voz y los ojos de Zahir se volvieron más fríos, su comportamiento más feroz, una expresión rara para alguien que normalmente mostraba un lado más torpe y amable alrededor de Cesare.

Después de hacer una pausa para recuperar la calma, el guardaespaldas balbuceó una respuesta en medio del tenso silencio:

—P-parece que el príncipe ha sido secuestrado.