Capítulo 19
—Nos vemos en la conferencia de mañana, Cesare.
No pudo evitar recordarle, poniendo cara de valiente a pesar de estar visiblemente decepcionado, insistiendo en permanecer a su lado.
Incluso después de todos estos años, su enfoque no ha cambiado en lo más mínimo.
Cargar a ciegas, sólo mirando hacia delante. Pero esta no es la manera de hacerlo.
A Cesare le pareció una completa tontería.
—Ya has fallado una vez.
—Pero mis sentimientos no han cambiado en absoluto, tú has cambiado.
Zahir obvió el comentario. Parecía que el pasado no podía con él. A Cesare esto le pareció sorprendente.
Whoooosh...
El sonido de la lluvia ahora fue superado por el de las olas. El aguacero que había sido implacable momentos antes se había debilitado de repente. A medida que disminuían los molestos ruidos, la figura de Zahir se hacía más nítida.
Reflejado en los ojos azules de Cesare, el hombre se alzaba empapado, con su frondosa cabellera apelmazada, pero la dignidad en la que se envolvía, metafóricamente hablando, permanecía intacta. A pesar de su comportamiento despreocupado y su aspecto lamentable, Zahir destilaba confianza y seguridad en sí mismo en todo momento.
Y era audaz.
(N/T: Apelmazada - abarrotado, espeso, denso, etc...)
Los penetrantes ojos negros de Zahir se clavaron directamente en Cesare.—Admítelo. Quieres devorar a este Alfa que tienes delante, pensando en cómo masticarme, con huesos y todo, ¿no?
Cesare se quedó tan sorprendido por su pregunta que casi aplaude incrédulo. Era una contradicción flagrante que alguien que hablaba de ser devorado hiciera semejante afirmación.
—¿Cómo llegas a semejante conclusión? Eso es absurdo.
A pesar de que Cesare se cruzó de brazos sarcásticamente, Zahir no se inmutó. En cambio, acarició la barbilla de Cesare con los dedos.
—Lo pasamos muy bien esa noche, ¿verdad? —susurró el Alfa con una voz tan suave como la crema batida.
Cesare levantó la barbilla como diciendo: "Vamos, pruébame." Zahir entonces retiró la mano, sólo para colocarla esta vez sobre el hombro de Cesare, cerca de la marca dejada por la impresión. Fue entonces cuando la expresión de Cesare se endureció ligeramente.
—¿No lo entiendes? ¿Qué significa que la marca de la impronta esté aquí, en mí?
— ...
—Cesare.
Zahir, instándolo a responder, lo llamó por su nombre, pero Cesare lo miró con severidad.
Sin embargo, la confusión se entremezclaba en sus ojos azules. No es que fuera tan ignorante como para no entender el significado de lo que se decía. Aprovechando, Zahir se lo hizo notar sin piedad:
—Como Omega dominante, deberías saberlo, —dijo, con la respiración agitada.
Los omegas son muy raros hoy en día, por lo que la investigación y la información sobre sus rasgos eran cada vez más escasos. Sin embargo, desde el momento de la manifestación, ciertos hechos se conocen instintivamente como si estuvieran incrustados en su propio ser.

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Etapa Crítica (ABO)
PoesiaEl galán internacional Cesare Caruso esconde un secreto: es un Omega dominante. Un día, su calor lo golpea inesperadamente en un baile de máscaras y se ve arrastrado a un apasionado encuentro con un misterioso Alfa. Cesare se consuela al saber que l...