Sergio Michel Pérez Mendoza, es hijo de uno de los políticos más importantes de México. A la edad de trece años, se fue al extranjero para terminar sus estudios académicos. Tenía uno de los mejores promedios y los recursos necesarios para llegar a u...
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Las luces brillantes, música animada, globos y serpentinas. Los estudiantes están bailando, conversando y celebrando. Hay una mesa con comida y bebidas en un rincón. Sergio, George, Lance y Max están de pie cerca de la pista de baile, disfrutando de la fiesta.
—Sergio se estaba riendo—. ¡No puedo creer que finalmente lo logramos, chicos! Tres años de estudio y aquí estamos, graduados de Columbia—. El mexicano estaba feliz, estaba con sus mejores amigos graduándose de la universidad y el que su novio Max estuviera junto a él lo hacía más especial este día, uno que nunca olvidaría.
—George también estaba sonriendo—. ¡Lo sé! Ha sido un viaje increíble. ¿Quién hubiera pensado que un británico, un mexicano y un canadiense, el trío con más problemas mentales, se hicieran mejores amigos hace más de cinco años y nos graduáramos juntos de la universidad?
—Lance levantando su vaso—¡Por los recuerdos que hemos creado y los que vendrán! —los cuatro gritaron de alegría— ¿Qué planes tienen todos para el futuro?
—Max, tomo la mano de Sergio—. Bueno, Sergio y yo estamos planeando viajar por Europa antes de que empecemos nuestra vida laboral. Queremos disfrutar un poco más antes de entrar a la vida del adulto responsable.
—Sergio asentía feliz— fue algo que Max saco repentinamente—pero Checo estaba feliz de pasar tiempo de pareja con Max—Sí, va a ser increíble. Además, quiero que Max conozca México, jamás me ha acompañado. ¿Y tú, George? ¿Qué planes tienes?
—George meditaba la pregunta que le hizo el mexicano—. Estoy considerando quedarme en Nueva York un tiempo más. Hay una firma de abogados que me ha ofrecido un buen trabajo y un excelente sueldo, pero lo más importante, la experiencia laboral.
Todos comenzaron a reír por el cometario de su amigo. Por más que la familia de George tuviera dinero, el británico siempre pensó en eso, por esa razón había optado por la abogacía.
—Además, me encanta la ciudad. ¿Y tú, Lance? — George estaba ansioso por escuchar la respuesta de su amigo.
—Lance le sonreía a George— Voy a regresar a Canadá por un tiempo. Quiero pasar tiempo con mi familia antes de decidir mi próximo paso. Pero estoy seguro de que nuestros caminos se cruzarán de nuevo.
Sergio escondió su sonrisa con el vaso de su bebida, George y Lance tenían una extraña relación de amistad, el mexicano entendía todo, pero ellos debían descubrir lo que sentían.
—Max miraba entre Lance, George y su novio—. Seguro que sí. Esta amistad es especial. Hemos pasado por mucho los cuatro juntos al igual que Yuki, Pierre y Oscar aunque no estén aquí ahorita—. El holandés no pudo descifrar lo que su pareja ve en la relación de sus amigos.
—Sergio regreso al hilo de la conversación—¡Definitivamente! Y esta noche es para celebrar todo eso. Vamos, vamos a bailar un poco más— Jalo a sus amigos para ir a la pista de baile.
