Max se encontraba sentando en su cama, estaba pensando en lo que se pondría hoy para la cena con Charles. Hasta que escuchó el tono de llamada de su celular.
—Hola, papá — agradecía que su padre le haya marcado, estaría perdido si no fuera por él.
—Max, qué bueno que me contestas, hijo —la voz de su padre sonaba bastante alegre—. Te llamo para decirte que te pongas y luzcas muy guapo hoy.
—Gracias, en verdad no sabía qué ponerme, así que me llamaste en el momento indicado.
—Me alegra escuchar eso, debes irte de traje porque al lugar al que vas es para eso una cena elegante— Christian trataba de explicarlo de la manera más detallada posible—. Te pondrás una camisa blanca y los últimos zapatos que te compré y para finalizar te pones una corbata de moño —se dejó de escuchar un momento la voz de Christian, pero después regresó—. Se me olvidó decirte: llévate el reloj que te dimos en tu cumpleaños.
Mientras su padre decía que ponerse, Max iba tomando cada prenda y la colgaba para que no se arrugara.
—Recuerda, Max, debes de disfrutarlo también, eres muy guapo y no te va a rechazar, esa es la realidad.
—Te quiero, papá—decía Max con un suspiro.
—Yo también te quiero mucho, por gastar no te preocupes, ya está enterado tu padre, así que no te límites y disfruta, mañana me cuentas cómo te fue.
—Sí, mañana te cuento adiós —la llamada finalizó—. Max se volvió a tumbar en su cama—. Todo saldrá bien —se daba ánimos.
—Toc, Toc— Lando entró a la habitación sin tocar la puerta—. Escuché que hablabas con alguien —mencionó el británico.
—Max se tensó al escuchar eso—. Lando y él eran compañeros de departamento—Sí, estaba hablando con mi papá— dijo Max.
—Qué bueno, es muy importante la comunicación familiar —lo decía con sarcasmo—. ¿Y toda la ropa colgada te invitaron a un evento de gala o por qué sacaste todo eso? —preguntó clavando la vista en el neerlandés.
—Tengo una cena en la noche—menciono despreocupado.
—¿Una cena? ¿No será más bien una cita? —la cara de Norris era de con función—. Digo verdad: un traje y una cena, para mí, suena a una cita, nada más falta que sea en el restaurante junto al río —el británico comenzó a reírse.
—Pues no estás lejos de la realidad— soltó Max.
—Vaya, y ¿quién es la persona a la que llevarás? —La intriga le ganaba al británico.
—Ya lo conoces, es Charles, lo invité hoy en la mañana, después de que terminó la clase de lingüística.
—En qué momento, todos salimos rápido del salón— Lando estaba recreando la mañana, pero no lo recordaba ese momento.
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La Madrastra II Cherlos II Chestappen
FanfictionSergio Michel Pérez Mendoza, es hijo de uno de los políticos más importantes de México. A la edad de trece años, se fue al extranjero para terminar sus estudios académicos. Tenía uno de los mejores promedios y los recursos necesarios para llegar a u...