Ya había pasado un mes desde que Checo se enteró de la infidelidad de Carlos en estas vacaciones, aún seguían siendo novios, pero el mexicano decidió seguir el consejo que le dio Lance. Él jamás se consideró una persona rencorosa, en esta ocasión su sentir era diferente, quería hacerlo darle una pequeña probada de su propio chocolate al español.
—¿Quieres que te acompañe a tu clase de cocina? —preguntó el español —. A partir de hoy comenzaban todas las materias, actividades o deportes que escogían los estudiantes.
—Como tú quieras, da igual —contestó un poco seco—. Seguía respondiendo los mensajes que le llegaban — era la única forma que encontró para que su plan funcionara.
Parte del plan también era hablar con alguien por WhatsApp, ya que era la que más preferían en el Reino Unido. Lance le pidió como favor a un amigo suyo estadounidense que los ayudara y este aceptó.
—¿Con quién te mensajeas? Y ¿por qué te manda tantos mensajes? —Carlos estaba celoso — el pecoso, jamás le contestaba los mensajes o se tardaba demasiado en contestarlos y cuando estaba con él se la pasaba pegado al celular.
—Con alguien —contestó con fastidio —, si este es alguna clase de interrogatorio, ahorrártelo y mejor me iré solo —comenzó a caminar más rápido dejando atrás al español.
—Carlos corrió para alcanzarlo —ahorrármelo — dijo con molestia —. Desde que regresamos de vacaciones, te comportas tan extraño y no te estoy entendiendo.
—En serio, me estás haciendo un drama — la sorpresa se podía ver en el rostro del mexicano —.
—¿Por qué tu inseguridad se basa con quién me mensajeó por WhatsApp de verdad? Deberías de confiar en mí, así como yo lo hago en ti — Sergio le plantó la cara a Carlos.
—Bueno, mis razones tengo, no te parece, siempre sonríes cuando te mensajeas con esa persona —los celos lo estaban consumiendo.
—No te debo de dar explicaciones —bufo molesto —. Te estás comportando como un intenso.
—¿Entonces, cómo quieres que me comporte? —Elevo sus brazos con molestia —Al menos podrías dejarme ver la conversación.
—¿Por qué mierda te dejaría ver mis conversaciones? — gritó molesto —. Te informo que por algo se les llaman conversaciones privadas.
—En serio, no me dejarás verla— se estaba comenzando a frustrar.
—Ya te dije que no y esto es demasiado tóxico de tu parte —se estaba muriendo de los nervios por dentro, pero tenía que seguir así —. Ya voy tarde a mi clase, lo mejor es que me vaya solo y no me sigas.
—Ya, y ahora quedo como el tóxico, y tú, ¿cómo quedas? —Elevo su voz del coraje.
—Yo quedo bien porque yo confié en ti, Carlos, y siempre lo haré — el mexicano vio cómo el rostro de su novio perdía un poco de color.
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La Madrastra II Cherlos II Chestappen
FanfictionSergio Michel Pérez Mendoza, es hijo de uno de los políticos más importantes de México. A la edad de trece años, se fue al extranjero para terminar sus estudios académicos. Tenía uno de los mejores promedios y los recursos necesarios para llegar a u...