Recuerdos Inesperados (4)

2.1K 150 5
                                    

Lana Pov's


Llegue al hotel agotada y emocionalmente abrumada. La carrera había sido un desafío, pero el verdadero conflicto había sido en el estacionamiento. La discusión con Max
seguía resonando en mi mente, una mezcla de ira y tristeza que no podía ignorar pasaba por mi cabeza.

Al entrar en su habitación, Me dejó caer en la cama, mirando el techo mientras mis pensamientos corrían desenfrenados. Las palabras de Max, llenas de resentimiento y acusaciones, me habían herido más de lo que quería admitir. Sabía que ambos eramos competitivos y apasionados, pero nunca había esperado que llegaramos a este punto.

Con las pocas ganas que tenía,me levante de la cama para meterme al baño y pegarme una ducha de agua fría para poder dormir mejor.

Mientras me terminaba de peinar, escuché un suave golpe en la puerta,me pare de la silla del tocador con un suspiro,estaba cansada y no tenía ganas de ver a Nadie,¿Quien era a estas horas?.

— ¿Quién es? — pregunte, acercándome a la puerta.

Soy yo, Carlos — respondió una voz familiar desde el otro lado. — ¿Puedo pasar? —

Abri la puerta y me encontré con Sainz, uno de mis amigos más personales,No solo compartiamos la pasion por este deporte sino también los mismos gustos de comida,Deportes,Películas.

Carlos, ¿qué haces aquí? — pregunte sorprendida pero agradecida de que no era ninguno de los Red Bull's.

Vi que no estabas en la fiesta y pensé que podrías necesitar un poco de compañía — dijo Carlos con una sonrisa amistosa. — ¿Te gustaría salir un rato y despejarte? —

Dude por un momento porque realmente necesitaba dormir pero la calidez en los ojos de Carlos me convenció. — Claro, creo que necesito eso — admití, tomando mi chaqueta y cerrando la puerta detrás mío.

Salimos del hotel y caminamos por las calles iluminadas de Manama, la capital de Bahréin. Carlos me llevó a un pequeño café, donde nos sentamos en una mesa apartada para poder hablar en privado.

Entonces, ¿qué ha pasado? — preguntó Carlos después de que pidieran sus bebidas. — Pareces bastante afectada —

Suspire, tomando un sorbo de su té antes de responder. — Es Max. Tuvimos una pelea horrible después de la carrera. Me dijo cosas que... simplemente no puedo olvidar — confese y por la reacción de Sainz puede notar que estaba viendo un poco de dolor en mis ojos.

Carlos asintió, escuchando atentamente. — ¿Qué pasó exactamente? —

— Se vino a disculpar por lo que paso en la carrera — explique, sintiendo que las palabras eran insuficientes para describir la magnitud del conflicto.
— Pero todo se salió de control. Me acusó de ser egoísta y yo... lo comparé con su padre. Fue un desastre —

Carlos frunció el ceño, claramente preocupado por la situación. — Lana, ambos son personas muy apasionadas y eso puede hacer que las cosas se vuelvan intensas rápidamente. Pero, ¿realmente lo odias? ¿O es solo la frustración hablando? —

Me quedó en silencio por un momento, considerando mis palabras. — No lo sé, Carlos. Hay momentos en los que lo odio por lo que dice y hace, pero también hay momentos en los que... no puedo evitar sentir algo por él. Es complicado,siempre lo fue, desde que ambos competiamos en Karting —

Carlos tomó mi mano, apretándola suavemente. — Lo entiendo, Lana. Las relaciones en este ambiente son difíciles, especialmente cuando hay tantos sentimientos y emociones en juego. Pero, ¿has pensado en hablar con él de nuevo, con la mente más clara? —

Solte un suspiro, sintiendo una mezcla de alivio y confusión. — No sé si estoy lista para eso. Cada vez que intentamos hablar, terminamos peleando —

— Tal vez necesitan un poco de tiempo separados para calmarse y reflexionar — sugirió Carlos. — No es fácil, pero podría ayudarles a ver las cosas con más claridad —

Asentí, sabiendo que Carlos tenía razón. — Tienes razón. Necesitamos espacio. Pero, ¿y si nunca podemos resolver esto? ¿Y si siempre es así? —

Carlos sonrió con ternura. — Niña, si algo he aprendido en este deporte es que siempre hay una manera de encontrar soluciones, incluso en las situaciones más difíciles. Tómate tu tiempo, piensa en lo que realmente quieres, y luego intenta hablar con Max de nuevo. Sin presión, solo una conversación honesta —

Le devolvie la sonrisa, sintiéndome un poco más esperanzada. — Gracias, Carlos. Eres un buen amigo. —

Siempre estoy aquí para ti — respondió Carlos, levantando su taza de café en un brindis. — Ahora, disfrutemos de esta noche y olvidemos las preocupaciones por un rato —

Levante mi taza, agradecida por tener a alguien como Carlos en su vida. Sabía que el camino por delante sería difícil, pero con amigos así, cualquier obstáculo parecía un poco más manejable.

Después de pasar unas horas con Carlos, sintiéndome un poco más ligera y con la mente más despejada, regresé a mi habitación del hotel. Agradecía la distracción que me había proporcionado, pero ahora que estaba sola de nuevo, los pensamientos sobre Max comenzaron a regresar, envolviéndome en una nube de incertidumbre.

Al entrar en mi habitación, me quité la chaqueta y me dejé caer en la cama, exhausta. Cerré los ojos por un momento, tratando de calmar la tormenta de emociones que todavía bullía en mi interior. Después de un rato, me levanté y comencé a desvestirme para ponerme algo más cómodo.

Fue entonces cuando algo en el suelo, cerca de la puerta, llamó mi atención. Era una foto, medio escondida debajo de mi maleta. Fruncí el ceño y me agaché para recogerla, preguntándome cómo había llegado allí.

Al levantar la foto, mi corazón dio un vuelco. Era una imagen de Max y yo cuando éramos niños, ambos con nuestros trajes de karting y sonrisas radiantes. Recordé ese día como si fuera ayer: una de nuestras primeras competiciones juntos, cuando la rivalidad aún no había ensombrecido nuestra amistad,Antes de que todo se vaya por la borda...

Me senté en el borde de la cama, mirando la foto con una mezcla de nostalgia y tristeza. ¿Quién había dejado esta foto aquí? ¿Y por qué ahora, en medio de todo este caos emocional?

Mientras acariciaba el borde de la foto, una oleada de recuerdos me invadió. Los días de karting, las risas compartidas, los sueños de llegar a la Fórmula 1. Todo parecía tan simple entonces, antes de que las carreras y las rivalidades complicaran nuestra relación.

¿Había sido Max quien dejó la foto? ¿Era esto su manera de recordarme los buenos tiempos y sugerir que, tal vez, podríamos encontrar una manera de resolver nuestras diferencias? Suspiré, sintiendo una mezcla de esperanza y desesperación. No estaba segura de qué significaba esto, pero sabía que debía averiguarlo.

Coloqué la foto sobre mi pecho y me recosté en la cama, mientras mis pensamientos zumbaban como un enjambre de abejas en mi cabeza.
Mire el techo y una resolución comenzó a formarse en mi mente. Tenía que hablar con Max, pero esta vez, sin dejar que las emociones desbordadas tomaran el control. Necesitábamos aclarar las cosas, para bien o para mal.

Con esa decisión, cerré los ojos y dejé que el cansancio del día me arrastrara hacia el sueño, la imagen de mi juventud con Max grabada en mi mente como una promesa de que aún podría haber esperanza para nosotros, más allá de las carreras y las disputas.

-------------------------------------------------------------

¿Quien Habrá dejado esa foto?,No lo sabemos todavía,¿Sera que Lana esta pensando en darle otra oportunidad más a Nuestro león holandés?

Nos vemos en el próximo 🫶🏻

-Lula 🏎

Tiktok:Vers..aep
Insta:Vers._.aep

Racing Hearts|Max Verstappen Donde viven las historias. Descúbrelo ahora