El Detalle Perfecto (35)

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Max Pov's

Estaba sentado en la sala común del hotel, con el teléfono en mano, tratando de idear la mejor forma de sorprender a Lana. Había estado pensando en lo que más le gustaría, y entonces recordé algo que me había mencionado semanas atrás: su banda favorita, Morat, iba a dar un concierto pronto. No entendía mucho de su música, pero si a ella le gustaba, entonces valía la pena el esfuerzo.

Decidido, busqué a Checo. Si alguien podía ayudarme a conseguir entradas en tan poco tiempo, era él. Lo encontré sentado en el bar del hotel, bebiendo un vaso de agua mientras revisaba su teléfono.

– Checo, ¿puedo pedirte un favor? — le pregunté, sentándome a su lado.

Me miró con una ceja levantada. — Claro, Max, dime. ¿Qué necesitas? —

Respiré hondo. Sabía que se iba a burlar de mí por esto, pero no me importaba.
— Necesito entradas para el concierto de Morat. Quiero llevar a Lana —

Checo dejó escapar una risa antes de darme una mirada incrédula. — ¿Morat? ¿Tú? Pero si ni siquiera conoces una sola canción de esa banda, ¿cómo piensas llevarla? —

Sonreí, rascándome la nuca. — He estado... investigando un poco. Encontré una playlist y he estado escuchando algunas canciones para no hacer el ridículo. Quiero que sea una sorpresa para Lana, algo que realmente la haga feliz —

Checo me observó con una expresión diferente, más seria esta vez. — Max, estás realmente enamorado, ¿no? —

Me encogí de hombros, sin poder evitar sonreír un poco. — Sí, lo estoy. Haría cualquier cosa por verla sonreír. Así que, ¿me ayudarás con las entradas o no? —

Checo soltó una risa ligera y asintió. — Está bien, está bien. Haré lo que pueda. Conseguiré esas entradas para ti —

Me levanté del asiento y le di una palmada en la espalda. — Gracias, Checo. Te debo una grande —

Sí, sí, no te preocupes. Solo asegúrate de aprenderte bien las canciones para que no quedes como un idiota —  bromeó él.

Con la promesa de las entradas asegurada, me dirigí a mi habitación para comenzar a planear la sorpresa, pero justo cuando estaba a punto de entrar en el ascensor, me topé con Kelly.

Su mirada era oscura, y supe de inmediato que esto no sería una conversación fácil.

Max – dijo, cruzando los brazos y bloqueándome el paso — necesito una explicación —

Fruncí el ceño, sin ganas de tener esta conversación, pero sabía que no podía evitarla. — ¿De qué estás hablando, Kelly? —

— De lo que pasó la noche de la celebración de George — dijo, su voz llena de veneno.
— Sé que te besaste con Lana. ¿Te crees que soy idiota? —

Solté un suspiro, ya cansado de las mentiras y el ocultamiento. Decidí no darle más vueltas. — No solo la besé, Kelly. Hicimos mucho más que eso —

El rostro de Kelly se contorsionó de rabia.
— ¿Así que es verdad? ¡¿Te estás acostando con ella?! —

— respondí, mi voz fría — Y no me importa lo que digas. Lo nuestro ya terminó hace mucho tiempo, y tú lo sabes. Así que no sigas buscándome. Estoy con Lana, y no me arrepiento de nada —

Kelly me miró con los ojos encendidos, su rostro torcido en una mueca de desprecio. — ¿Sabes lo que esto significa, Max? No te imaginas las consecuencias de lo que estás haciendo —

Racing Hearts|Max Verstappen Donde viven las historias. Descúbrelo ahora