Adiós inesperado (17)

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Lana Pov's

El día en el paddock estaba soleado, y yo había decidido pasar un rato en el hospitality de McLaren. Lando y yo nos llevábamos bastante bien, así que no era raro que termináramos hablando y riendo sobre cualquier cosa. Él siempre encontraba la manera de hacerme olvidar lo complicado que era todo últimamente.

Nos habíamos estado burlando mutuamente de las fotos antiguas que habíamos encontrado de nuestras primeras temporadas en la Fórmula 1, riendo como si no hubiera preocupaciones en el mundo.

No puedo creer que dejaras crecer ese bigote en 2019 —me burlé, mientras él se tapaba la cara fingiendo vergüenza.

¡Hey! Era una fase… corta, por suerte —respondió entre risas.

El ambiente era ligero y relajado, algo que hacía mucho no sentía, pero de repente, en medio de una de sus típicas bromas, Lando dejó escapar algo inesperado.

Bueno, siempre pensé que Max estaba enamorado de ti desde que eran niños, así que no me sorprende que te esté tratando tan bien... —

Sus palabras quedaron suspendidas en el aire mientras él se quedaba paralizado, con los ojos bien abiertos, y se tapaba la boca al darse cuenta de lo que acababa de decir.

¡Espera! No quise decir eso —balbuceó rápidamente, pero ya era demasiado tarde.

Me quedé inmóvil, con el corazón latiendo rápidamente. — ¿Qué has dicho, Lando? —le pregunté, aunque ya había escuchado perfectamente lo que había salido de su boca.

Lando intentó retroceder, pero ya no había marcha atrás. Sus ojos parecían llenos de pánico. — Eh… bueno… tal vez me haya escapado un secreto… pero no sé… —dijo, claramente nervioso.

Lando, ¿es cierto? —insistí, sintiendo un torbellino de emociones dentro de mí. El simple pensamiento de que Max hubiera sentido algo por mí desde siempre me dejó completamente descolocada.

Lando finalmente dejó escapar un suspiro y, aunque algo avergonzado, asintió. — Sí, al menos eso es lo que Max me dijo hace años… pero… ya sabes, no lo menciones, ¿Okey? —

Una ola de sorpresa me invadió, pero rápidamente se transformó en otra emoción. — Lando, no puedo creerlo… yo también he estado sintiendo cosas por Max — confesé, con una sonrisa nerviosa pero feliz.

Los ojos de Lando se iluminaron de inmediato. — ¡Eso es genial! Entonces, ¿qué esperas? ¡Tienes que decírselo! —

Su entusiasmo era contagioso. De repente, toda la incertidumbre y el miedo que había sentido desaparecieron. Me sentía segura, confiada, y lista para enfrentar a Max y contarle lo que sentía.

Me despedí rápidamente de Lando, agradeciéndole por todo. — ¡Deséame suerte! — le dije mientras me dirigía al hospitality de Red Bull, mi corazón latiendo con fuerza.

Cuando llegué al lugar, encontré a Max de pie, hablando con alguien, pero rápidamente me acerqué a él. Estaba tan emocionada que, sin pensarlo, lo abracé por detrás, esperando sentir esa conexión, ese momento perfecto. Sin embargo, Max se apartó rápidamente, sorprendido por mi gesto.

Racing Hearts|Max Verstappen Donde viven las historias. Descúbrelo ahora