Lana Pov's
La adrenalina corría por mis venas mientras me preparaba para la carrera en Imola. Estaba en la P2, justo detrás de Max en P1. Lo miré de reojo, apretando el volante con fuerza. El enojo que sentía hacia él era difícil de ignorar. Todo lo que había pasado entre nosotros se manifestaba en mi deseo de superarlo, de demostrarle que podía ganarle, que no me necesitaba para nada.
— Concentrate, Lana. No dejes que tus emociones te dominen —
La voz de Sebastian sonó por la radio, calmada pero firme. Sabía que tenía razón, pero no pude evitar responder.
— ¿Cómo lo sabés todo, Seb? —
— Me lo dijo Lando,Te vio mal — respondió él, y me reí ligeramente al escucharlo. Lando siempre estaba ahí, atento.
— Voy a ganar, Seb — , prometí, más para mí misma que para él. Podía sentir la tensión en el aire, el sonido de los motores rugiendo a mi alrededor. El semáforo se apagó y arrancamos.
Mi salida fue perfecta, rápido me emparejé con Max. Nos peleamos por el primer lugar durante varias vueltas, logrando rebasarlo por unos segundos, pero él siempre volvía, empujando al límite. Era frustrante, pero estimulante al mismo tiempo. Hasta que en una curva crucial, mis ruedas delanteras se bloquearon.
— Mierda —, maldije por la radio, mientras luchaba por controlar el auto.
— ¿Estás bien? — La preocupación en la voz de Sebastian me sacó del enojo.
— Sí, sí... lo tengo —, respondí, forzándome a mantener la calma. Aunque algunos autos me pasaron, conseguí volver a la pista y fui directo a pits. Ahora estaba en el puesto 15. Frustrante, pero no iba a rendirme. No hoy.
Empecé a remontar, auto por auto, cada maniobra era precisa, agresiva. Sentía cómo mi concentración aumentaba con cada adelantamiento. A pesar de la desventaja, logré llegar a P3, justo detrás de Lando y Max. No pude rebasarlos, pero el podio era mío.
La euforia se apoderó de mí mientras cruzaba la línea de meta. — ¡P3, Lana! ¡Increíble recuperación! — exclamó Sebastian por la radio.
Sonreí bajo el casco. — Gracias, Seb,Sabía que lo haríamos — respondí con una emoción evidente en mi voz.
Estacioné el auto junto al cartel que marcaba el tercer puesto, bajé del auto, y rápidamente fui recibida por mi equipo. Chocamos los cinco, celebrando el resultado, hasta que sentí unas manos rodeando mi cintura.
Me voltee y sonreí al ver que era Lando.
— Felicidades por el segundo puesto — le dije, abrazándolo.— Gracias, Sabía que lo lograrías — respondió antes de darme un pequeño beso en la cabeza, como solía hacer. Luego, se fue a celebrar con McLaren, dejando una sensación cálida en mi pecho.
Me dirigí a mi mesa, dejando mi casco y pasamontañas, y tomé un sorbo de agua. Mientras esperaba para ir al cold-room, sentí una mano en mi hombro. Me giré y ahí estaba Max, extendiéndome la mano.
— Felicidades por la carrera —, me dijo con una seriedad que no esperaba.
Le devolví el saludo de forma fría.
— Gracias,Felicitaciones a ti también — No iba a fingir que todo estaba bien entre nosotros, porque no lo estaba.Entramos al cold-room y nos sentamos en nuestros respectivos lugares. Las pantallas mostraban el resumen de la carrera y, en un momento, Max comentó sobre la salvada que hice cuando se bloquearon mis ruedas.
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Racing Hearts|Max Verstappen
RomanceMientras compiten por la gloria en el Campeonato Mundial, Lana y Max deben navegar por un camino lleno de desafíos, tanto en la pista como en sus corazones. Las presiones de la fama, las expectativas familiares y los rumores en el paddock ponen a pr...