Racing Hearts|Max Verstappen

Sombras del pasado (24)

Lana Pov's

[Una semana después...]

El sol brillaba sobre las estrechas calles de Mónaco mientras llegaba al paddock, un remanso familiar de emociones para mí, donde la adrenalina y el caos de la Fórmula 1 se mezclaban con el lujo y la historia. Mónaco siempre había tenido un encanto especial, y este fin de semana prometía ser uno de los más emocionantes del calendario. Mis pasos eran firmes, y la energía del lugar me llenaba, pero poco imaginaba que, en cuestión de minutos, mi día cambiaría drásticamente.

Estaba a punto de cruzar la entrada del paddock cuando escuché una voz femenina detrás de mí.

- Lana - dijo la voz femenina a mis espaldas.

Me detuve en seco, con la mente automáticamente asociando el tono de voz a una fan. Giré sobre mis talones, dispuesta a sonreír y ofrecer un saludo amable, pero al ver a la mujer, algo en su semblante me pareció extraño.

- Hola -respondí con una sonrisa cortés.

Ella me devolvió una sonrisa cálida, casi nostálgica, y luego, en un gesto que me tomó completamente por sorpresa, extendió su mano para tocar suavemente mi cabello.

- Cuánto has crecido, mi pequeña - dijo con una voz suave.

Mi sonrisa se congeló. Había algo en sus palabras, en ese toque casi maternal, que me descolocó por completo. Confundida, di un paso hacia atrás y fruncí el ceño.

- Disculpa, ¿nos conocemos de algún lado? -

La mujer mantuvo su expresión tranquila y serena mientras sus ojos me observaban con una mezcla de cariño y pesar. Finalmente, dijo algo que me dejó completamente helada.

- Soy tu madre -

El aire me faltó. Mi corazón se aceleró, y por un momento, las palabras se atoraron en mi garganta. Miré a la mujer, buscando cualquier señal de que estuviera mintiendo, de que esto no fuera más que una broma cruel.

- No... no puede ser verdad -susurré, retrocediendo un poco más. Un torbellino de emociones invadió mi pecho. La ira, la confusión y la tristeza se entrelazaron mientras trataba de procesar lo que acababa de escuchar- Tú... tú me abandonaste cuando tenía cinco años. Te fuiste sin decir nada,Debe ser una broma -

Ella dio un paso hacia mí, pero mi cuerpo reaccionó automáticamente, alejándome.

- Lo sé, Lana. Fue un error - dijo, su voz aún suave, pero cargada de culpa - Tenía miedo, no supe cómo enfrentar la vida que llevábamos, pero ahora quiero recuperarte a ti y a tu Padre,quiero recuperar a mi familia -

Su sinceridad no hacía más que avivar el fuego dentro de mí. Su cara reflejaba una mezcla de arrepentimiento y tristeza, pero yo no podía, no quería creerle.

- ¿Recuperarnos? - repliqué con un tono lleno de rabia- ¿Te das cuenta de lo que estás diciendo? ¡No te importó durante veinte años! Nunca te preocupaste por mí ni por papá. Te fuiste sin mirar atrás y ni una vez volviste. ¿Ahora vienes a decir que fue un error? ¡Nunca te importó pasar tiempo conmigo! Lo recuerdo todo, incluso las cosas que me decías cuando yo quería empezar en el karting. ¿Por qué vuelves ahora? -

Mis manos temblaban mientras hablaba. Las lágrimas ya estaban luchando por salir, pero me negaba a mostrarlas delante de ella.

La mujer bajó la mirada por un instante, como si mi rabia la golpeara directamente en el corazón. Pero cuando volvió a hablar, su tono era sereno, casi derrotado.