Rusia, hace 251 millones de años
Nos encontramos en un delta en un bosque de coníferas, el suelo no esta cubierto por flores y hierba sino por helechos y equisetos, en el cielo solo vuelan insectos pequeños y lagartijas planeadoras. Entre los bancos de arena, se puede ver una figura rechoncha excavando en el sedimento.
es Ojo verde
Un Lystrosaurio, que su cara plana y colmillos pequeños no los distraiga, están ante uno de los animales mas exitosos de todos los tiempos, un excavador vegetariano, un degustador de raíces y tuberculos, pero no esta excavando en busca de comida, esta creando una madriguera, un sonido de ramas crujiendose interrumpe su labor, se da la vuelta para dejar al descubierto sus prominentes colmillos.Su mente comienza a dar vueltas mientras el sonido se acerca, podría ser un terocefalo, o dios no lo quiera un Gorgonopsido, su pulso se acelera hasta que la revelación se hace evidente, era su amigo Espalda naranja, un miembro de los Suminia, un primo muy lejano de la gente de Ojo verde, usan sus patas de adelante para trepar en los altos arboles en vez de excavar en la tierra.
En los últimos años ambos pueblos se había unido para erigir esta mini-ciudad, una metrópolis conocida por toda Angara (que es como se conocía a Siberia en esos días), dicinodontes y anomodontes venían de todo el continente en busca de una vida mejor, a salvo de los depredadores, una de las innovaciones estrella de este año era el uso domestico del fuego, los Suminia físicamente no pueden crearlo pero saben como obtenerlo de las grietas volcánicas. El fuego y las murallas de adobe, mantiene alejados a los carnívoros y a los enemigos.
A Espalda naranja le llama la atención el como los atardeceres son mas rojizos que el de otros años y si esto podría significar algo malo, el pueblo de Suminia tenia una buena visión por su vida en los arboles pero la gente de Ojo verde, adaptados a una vida fosorial, excavando madrigueras tenían una percepción pobre del color pero un poderoso olfato que les permitían llegar a este lugar desde largas distancias.
La vida sería bueno durante los próximos milenios, la micrometropolis de Angara sería abandonada de forma natural por los crecientes incendios, las nubes mortales de dióxido de carbono y el creciente hedor a Azufre, los pequeños Suminia, demasiados arraigados a los arboles, decidieron quedarse en el bosque mientras la gente de Ojo verde se ponía en marcha, rumbo al sur donde se decía, había otro sitio seguro.
Tiempo después las trampas siberianas comenzarían a emitir aún mas dióxido de carbono que antes, dando inicio de forma lenta y pasiva a una de las peores epocas para la vida en la Tierra: la Gran Mortandad.
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Relatos del Fanerozoico
RandomEl Sol esta muriendo y con el tambien lo hará la Tierra. Los oceanos se evaporaron y la vida se esta marchitando. Oculto en las montañas polares, donde las ultimas fuentes de agua liquida sobreviven, yace el aletargado Rinogrado Decápodo, el represe...