Y cerro sus ojos
Cuando los volvió abrir, no vio querubines ni un señor barbudo dándole la bienvenida, solo el borde de un acantilado cubierta por plantas que jamas había visto en sus salidas al campo.
Cuando se asomo, contemplo todo el horizonte, una inmensa llanura verde, salpicada por ríos que bajaban desde las montañas, bordeando desiertos y desembocando en el algún mar que no llegaba a visualizar.
En lo bajo de la pampa observo unas figuras cuadrupedas y bípedas semi-transparentes, deambulando y pastoreando, sus ojos no creían lo que veían, toda su vida había girado en torno a ellos y ahora...
Y la tierra retumbó, algo grande se acercaba, pero no sintió temor, una extraña emoción surgió al ver a esa imponente figura que se paraba a su lado, no se dirigieron palabra pero de alguna forma se decían todo, era como volver a encontrarse con un viejo amigo.
Rubén lo conoció hace 30 años atrás, pero el había dejado ese mundo hace mas de 95 millones de años y ahora ambos, contemplaban ese mundo antiguo. No hace falta decir que un mar de lagrimas brotaron de los ojos del conmovido hombre. Una vida entera persiguiendo los restos de estas criaturas que el tiempo dejo atrás y ahora, se le permitía verlo todo, un montón de preguntas que a nosotros nos tomaran decadas, fueron contestadas en segundos con solo observar, incluso veía dinosaurios y otros animales que nunca había oído hablar, pero que sus colegas muy pronto descubriran.
Nuestra gente y nuestra patria, no te ha dado el reconocimiento que merecías en vida, la ciencia que tanto amaste y respetaste junto a muchas otras no esta pasando el mejor de los momentos y los ignorantes lo celebran, pero inspiraste a cientos, quizás millones de jóvenes a seguir sus sueños de participar en la ciencia.
En la inmensidad de nuestro mundo, su partida fue el adiós de un hombre, pero también el conmovedor reencuentro de dos gigantes.
Que Rubén Carolini descanse en paz, su legado perdurará en nuestros corazones para siempre. 10/09/23
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Relatos del Fanerozoico
RandomEl Sol esta muriendo y con el tambien lo hará la Tierra. Los oceanos se evaporaron y la vida se esta marchitando. Oculto en las montañas polares, donde las ultimas fuentes de agua liquida sobreviven, yace el aletargado Rinogrado Decápodo, el represe...