Una madre feliz y exhausta

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Bienvenidos al Mioceno tardío de Argentina.

Es un día encapotado pero ni todas las nubes pueden eclipsar la felicidad de este día, por toda la pampa hay un monton de manchas marrones tumbadas en el pasto, son hembras de toxodon y estan en temporada de parto.

En la periferia del rebaño deambulan los macrauquenias narigones que disfrutan de las plantas acuaticas en conjunto a los acorazados gliptodontes que disfrutan las paltas caidas del arbol, en estos paramos, una hembra de mediana edad ya ha dado a luz a su ternero, un saludable machito embarrado con pasto y liquido amniotico, tras un rato, el jovencito se ha levantado sobre sus patas traseras y ahora busca las tetillas de su madre para poder alimentarse.
Su madre, una gran toxodonte de 1 tonelada de peso, esta exhausta por la labor, aún con su inexpresivo rostro, la notoungulada no da pie con su felicidad, su cría esta sana y espectante a que le permita alimentarse.

Con algo de esfuerzo, se levanta, forma parte de los herbívoros mas exitosos del continente, nisiquiera el Gran Intercambio Biotico Americano pudo con ellos, hizo falta un evento de extinción masiva a nivel mundial para erradicarlos, pero por ahor...

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Con algo de esfuerzo, se levanta, forma parte de los herbívoros mas exitosos del continente, nisiquiera el Gran Intercambio Biotico Americano pudo con ellos, hizo falta un evento de extinción masiva a nivel mundial para erradicarlos, pero por ahora esta madre y su cachorro, disfrutan el presente, su hogar donde el Megaterio y el Forusraco deambulan libremente, donde el Thilacosmilus es el rey y el Argentavis es el soberano de los cielos, una tierra de rarezas y maravillas, una lastima que nuestros ancestros llegaran cuando este bello mundo comenzaba a desaparecer.
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