El Sol esta muriendo y con el tambien lo hará la Tierra.
Los oceanos se evaporaron y la vida se esta marchitando. Oculto en las montañas polares, donde las ultimas fuentes de agua liquida sobreviven, yace el aletargado Rinogrado Decápodo, el represe...
Antes de hablar del final de La Tierra debemos empezar por recordar sus humildes orígenes. En la oscuridad interestelar, en una fría nube reposan, los ingredientes para construir miles de millones de mundos, pero sin la energía que inicie dicho proceso, la nube seguiría inerte hasta que eventualmente se disolviera en el vacío infinito. Como si fuera un cruel chiste, la muerte de una estrella cercana puso en funcionamiento las reacciones en cadena que crearían todo lo que conocemos, de la fría nube, emergió el Sol y con ellos una innumerable cantidad de pequeños cuerpos:los Planetesimales.
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Fue una época...traumatica, difícilmente podríamos ver un planeta y decir ey, este es jupiter porque los planetas cual ave en el Sahara migran escapando del calor. Los gigantes de gas no pueden retener tanta materia con el astro rey soplando a cada rato, este podría ser el caso de Mercurio, considerado por algunos sabios de mucho mas adelante como un posible núcleo de un gigante de gas, ahora reducido a su telúrico corazón.
Entre los enanos de roca, destacan dos, uno similar a Venus y otro similar a Marte, ambos destinados a albergar vida, tenían en su interior la receta, el agua y el calor para dar inicio a la vida, lamentablemente tuvieron la desdicha de surgir en el peor momento, los asteroides eran menos bacterias comparados con los choques de esa época, cientos de planetas colisionaban generando mas escombros que con suerte podrían dar lugar a un nuevo mundo.
Este protovenus y este protomarte se salvaron de colisionar con sus hermanos muchas veces, con el tiempo los bombardeos fueron disminuyendo a medida que algunos cuerpos celestes comenzaban a retener los escombros y resistir los impactos, también ayudaba que el Sol hacia un buen trabajo empujandolos hacia afuera.
En un cruel giro del destino, ambos mundos serían la cuna de la vida, pero no de la forma esperada, en su vaivén cósmico, el Proto-Marte se fue acercando demasiado, como si de una metaforica escena de fecundación, ambos proto-planetas se fundieron en un abrazo un poco violento al punto de que al finalizar, eran uno con el otro.
El evento fue tal magnitud que los volvió a formar, esta Proto-Tierra ahora tenia mas masa todavía pero un excedente no alcanzaría a unirsele, formando un anillo, este disco de roca se condensaría formando un satelite, nuestra Luna.
Al final, ambos terminarían dando cabida a la vida tal y como la conocemos, tras muchos eones después, le pondriamos un nombre a ese pequeño mundo que nos acompaña en nuestro viaje en el universo, La Luna y eventualmente descubríriamos indicios de quien fue parte de ese sacrificio, razón de nuestra existencia y la nombrariamos como Theia.
