El Sol esta muriendo y con el tambien lo hará la Tierra.
Los oceanos se evaporaron y la vida se esta marchitando. Oculto en las montañas polares, donde las ultimas fuentes de agua liquida sobreviven, yace el aletargado Rinogrado Decápodo, el represe...
Es temporada de Scheenstia en la campiña inglesa del Cretácico inferior y al calor de la tarde una disputa rompe el silencio.
Se trata de un par de Baryonyx, notablemente dimorficos por el género y la edad, se encuentran en una disputa por las mejores partes del riachuelo para pescar, sin embargo el macho no termina de captar las amenazas de la hembra y comienza iniciar un despliegue de cortejo.
La hembra visiblemente furiosa continua chapoteando y lanzando rugidos secos, es al segundo mordisco en la cola cuando el joven macho entiende que la hembra no esta interesada, rápidamente termina el coqueteo y le comunica que no la molestará mas.
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La dieta y hábitos de caza de los Baryonyx y de los espinosauridos en general han sido un tema de debate intenso hasta nuestros días, la evidencia fósil de peces, huesos de iguanodontes y hasta el fósil de un pterosaurio con un diente de espinosaurido clavado nos da una idea de que pese a su apariencia especializada, los espinosauridos poseían dietas muy flexibles según su tamaño y anatomía.
