El Sol esta muriendo y con el tambien lo hará la Tierra.
Los oceanos se evaporaron y la vida se esta marchitando. Oculto en las montañas polares, donde las ultimas fuentes de agua liquida sobreviven, yace el aletargado Rinogrado Decápodo, el represe...
Homo erectus, mas allá de los chistes fáciles que pueden salir de ese nombre científico, se trata de una de las especies hominidas mas exitosas por detrás de los Homo sapiens, originarios de Africa, se expandieron por todo el viejo mundo hasta llegar a lugares tan lejanos como España o las Filipinas, al estar en numerosos entornos, la adaptación no se haría esperar.
Los homo erectus de Eurasia son de pigmentación más clara que sus parientes africanos, al estar más al norte, no necesitan tanta melanina para protegerse de los rayos UV del sol. Por lo tanto, a lo largo de generaciones, se han ido despigmentando para producir la vitamina D, imprescindible para la absorción del calcio y el mantenimiento de los órganos.
Pero no era el caso de Gog, era un homo erectus proveniente de las tierras de Etiopía. Perdió a su grupo en un terremoto y, desde entonces, ha caminado, rumbo al norte, siguiendo a las bandadas de aves migratorias. Para la época, era un ejemplar bastante bien alimentado, pero mientras más viajaba, más empeoraba su salud.
A los 3 meses de iniciado su viaje, llegaría a lo que hoy es Jordania, donde se encontraría con Miq, un homo erectus asiático. Dos machos desconocidos en un ambiente desértico, donde la comida escasez, eran el perfecto detonante para una violenta confrontación. Miq estaba preparándose para realizar la tradicional exhibición de combate, irguiéndose lo más posible y provocando una amenazante piel de gallina para verse más intimidante. Gog, no tenía un grupo para defenderse y estaba solo y triste. Miq intentó provocarlo para desencadenar la pelea, pero solo consiguió que Gog rompiera en llanto. Entre los sollozos, el hominido moreno alcanzó a gesticular unas palabras, incomprensibles a nuestros oídos, pero para el rudimentario vocabulario de Miq, todo se aclara. Ha perdido su grupo... igual que el.
En una lengua perdida por el tiempo, ambos comenzaron a entablar una conversación. Miq había perdido a su grupo atravesando un río, donde los suyos fueron cazados por cocodrilos. Con ambos machos sin un grupo y a merced de los depredadores, decidieron viajar juntos e iniciar su propio grupo.
Cada noche, prendían una fogata y se contaban anécdotas de sus lugares de origen. Miq contaba sobre las gigantescas tortugas acorazadas de Asia o los elefantes enanos del mediterráneo, mientras que Gog preparaba algunos grillos asados. En el desierto, los animales grandes no eran comunes, por lo que tenían que conformarse con presas más pequeñas, pero al menos eran nutritivas.
5 meses habían pasado desde que Gog había iniciado su viaje y, ahora, se encontraban en Turquía. Gog se encontraba en muy mal estado. La fiebre y el dolor de cabeza obligaban a esta pareja a viajar durante el crepúsculo, para que el sol no lo molestara. En uno de sus viajes, Gog se desmaya y comienza a sangrar de la nariz. No le quedaban fuerzas para continuar. En un banco de arena, se recuesta mientras Mid le narra viejas historias sobre sus parientes de Asia. Sin embargo, llega un punto donde ya no podía hablar de forma entendible. Las lagrimas y llantos se lo impedían.
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Los pájaros cantan y revolotean a medida que el sol se oculta en el horizonte; las brisas bajan la temperatura de todo animal que ha sufrido los rigores del calor mediterráneo. Los homo erectus de aquí son afortunados, ya que en invierno, las temperaturas bajan lo suficiente para nevar, son los primeros hominidos en conocer la nieve. Pero eso no importaba ahora.
En sus últimos momentos, Gog extendió su mano sobre el rostro de Mid y le agradeció por haberlo conocido. Lentamente, el aliento se escapaba de su boca y su brazo se despegaba del rostro de su compañero hasta caer en seco sobre la arena, con los ojos cerrados, Mid entendió que Gog se había ido.
El relato se basa en el artículo "First Homo erectus from Turkey and implications for migrations into temperate Eurasia" publicado en el American Journal of Physical Anthropology, que sugiere que el espécimen fósil de Homo erectus encontrado en Turquía fue diagnosticado con el caso más temprano conocido de meningitis tuberculosa. El artículo también menciona que esta condición tiende a exacerbarse en personas de piel oscura que viven en latitudes más altas debido a la deficiencia de vitamina D.
"First Homo erectus from Turkey and implications for migrations into temperate Eurasia". American Journal of Physical Anthropology. 135 (1): 110–116. doi:10.1002/ajpa.20739
