El Sol esta muriendo y con el tambien lo hará la Tierra.
Los oceanos se evaporaron y la vida se esta marchitando. Oculto en las montañas polares, donde las ultimas fuentes de agua liquida sobreviven, yace el aletargado Rinogrado Decápodo, el represe...
Agua. Sientes agua. Hace calor, es cómodo... tal vez puedas volver a dormir ...
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No. Esto no es normal. Abres los ojos y te despiertas al azar, sacudiendo la cabeza de lado a lado para escanear tu entorno. Tu visión entra en foco, y te das cuenta de que estás medio enterrado en un charco de barro suave cubierto por aproximadamente un pie de agua. Sacas los brazos del barro reactivamente y te pones de pie. Estás parado en un bosque desconocido, es una especie de jungla, cubierta de plantas extrañas y enredaderas enredadas. El suelo es pantanoso, y hay grandes charcos poco profundos que salpican el suelo del bosque, uno de los cuales estás parado.
Miras hacia abajo en tu brazo y ves el dispositivo similar a un reloj apretado alrededor de tu muñeca. oh.. Finalmente vuelves a tus sentidos. La misión. Usted fue enviado atrás en el tiempo en una expedición especial para recopilar datos sobre antiguos bosques de carbón; las vastas selvas del período Carbonífero, hace 300 millones de años. Miras a tu alrededor de nuevo, viendo imponentes árboles de escamas envueltos por la niebla de la mañana, las siluetas de colas de caballo gigantes en la distancia e innumerables helechos formando esteras en el suelo del bosque. Tu mente es repentinamente atravesada por la claridad de esta situación. En realidad estás aquí. Eres el primer ser humano en viajar a la era Paleozoica, utilizando el dispositivo multimillonario que se sujeta en tu muñeca: el 'Time Voyager'. En realidad, estás parado en la Tierra, 300 millones de años en el pasado. Sientes mariposas en el estómago, mientras un escalofrío recorre tu columna vertebral. Es hora de comenzar la misión.
Hay una cierta emoción infantil en ser la primera persona en hacer algo: imaginas que esto es lo que Neil Armstrong sintió cuando pisó la luna por primera vez. Caminas lentamente a través del lodo a tus pies, con los ojos muy abiertos. El aire es denso y húmedo, como un baño después de una ducha caliente. El olor fresco de la vegetación húmeda llena tus fosas nasales. A pesar del atraco, es increíblemente fácil respirar aquí. Echa un vistazo al dispositivo 'Time Voyager' en su muñeca y toca la pantalla táctil un par de veces. Aparecen dos lecturas:
Concentración de oxígeno ambiental: 31%
Cambiador antibacteriano: Activo
La segunda estadística te llena de alivio. El Anti-Bacterial Shifter (ABS) fue, con mucho, la característica más difícil de desarrollar, tomando años de minucioso trabajo de laboratorio e investigación paleontológica. Debido a que las bacterias de la actualidad son tan diferentes de las bacterias del pasado, los animales carboníferos estarían en gran riesgo si un humano entrara en contacto con su entorno. En todo caso, podría causar una rápida extinción masiva. El propósito del ABS era regular y prevenir la transferencia de bacterias de su cuerpo a su entorno, con la esperanza de evitar dañar los delicados ecosistemas de este período de tiempo. A partir de los datos que se muestran actualmente en el 'Time Voyager', el sistema está funcionando.
Sigues caminando. Hay un silencio espeluznante en su entorno, excepto por el chapoteo de sus botas y el débil coro de insectos parlanchines en la distancia. Hay algo tan sobrenatural y extraño en este período de tiempo, que inmediatamente te golpeó cuando te despertaste aquí. La completa falta de pájaros cantores, algo que dabas por sentado en casa, hace que esto sea aún más evidente. Sientes que una ola de miedo se apodera de ti. Te das cuenta de que estás completamente solo en un mundo vasto y desconocido, sin asentamiento humano o refugio al que ir, en caso de que las cosas salgan mal. Dejas de caminar y respiras hondo para calmarte.
