ᶜᵃᵖíᵗᵘˡᵒ 29. 00

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KhaeMin había tenido razón; la forma en que JiMin sabría cuando estuviera llegando al final del páramo era al encontrar una luz igual de molesta que el sol

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KhaeMin había tenido razón; la forma en que JiMin sabría cuando estuviera llegando al final del páramo era al encontrar una luz igual de molesta que el sol.

JiMin entrecierra sus ojos para evadir el incómodo contacto entre ellos y la luz a la que él se va acercando cada vez más. Usa sus manos como gorro para cubrir su frente y, por ende, sus ojos. Sigue caminando siempre recto, aunque a paso titubeante. Se dice a sí mismo que aquella gran luz de color amarillo es quien lo va a llevar de nuevo a casa, por lo que no debe de tenerle miedo.

La luz a su paso se va expandiendo terroríficamente, hasta el punto en el que todo a su alrededor se ilumina gracias a ella a un nivel realmente cegador. Cuando JiMin finalmente tiene la impresión de que entra en el corazón del sol artificial, resulta que lo que hay después de un paso es un acantilado en el que él cae sin poder prevenirlo. Sin embargo, no va cayendo hacia abajo, va cayendo hacia arriba. Es decir, en vez de ser arrastrado, es elevado.

Como KhaeMin no le comentó que la luz al final del páramo lo llevaría a un acantilado y a él no se le pasó por la cabeza que algo así iba a estar en su camino, comienza a gritar sin parar eufóricamente. Sus ojos cerrados se aprietan rehusándose a abrirse y ver alguna perturbadora superficie a la que irá a parar. El sólo hecho de imaginarse una muy dura caída hace que rompa en llanto mientras su cuerpo se convierte en una bola humana, en el que sus brazos abrazan sus piernas y su rostro se oculta entre sus rodillas.

—¡KhaeMin, hijo de puta, ¿qué te costaba decirme que habría un acantiladooooooo?! —El pánico y el terror hablan por él antes de que al último segundo sienta que pronto se va a encontrar con una superficie tan dura como una roca, es por eso que alargó la bocal de la última palabra que salió de su boca.

Parece que ser hechicero también le ha brindado el tan famoso sexto sentido, porque así como tuvo el presentimiento de estar a nada de llegar al final de la caída, así sucede y se termina dando el trancazo más salvaje de sus veintitrés años. Todo su cuerpo se va estrellar a la superficie por la que tuvo tanto miedo durante el viaje. Pero no queda inconsciente ni sufre por ello físicamente. Al contrario, en cuanto llega al final de la caída y toca superficie, abre inmediatamente los ojos.

Entre intensos jadeos levanta su espalda del piso y queda sentado con una expresión de horror gobernando su rostro. Mira a su alrededor completamente desorientado, hasta que sus ojos captan a su mamá plácidamente dormida en una especie de ataúd. Él toma la conclusión de que entonces acabó parando en el cuarto de los olvidados en el castillo ruinoso de YoonGi; en el mundo de los vivos.

Pudo regresar al mundo de los vivos gracias a KhaeMin.

Una gran sonrisa se forma en sus labios, que no demuestra más que todo el alivio y la felicidad que siente de haber regresado a casa luego de pisar el mundo de los muertos. Mientras se toma su rato para asimilar lo que ha ocurrido en las últimas horas, JungKook, que había estado cuidando de él todo este tiempo, se le lanza encima ocasionando que ambos se vayan para atrás.

ᶜʰᶤᶜᵒ VAMPIR0 | 𝐘𝐨𝐨𝐧𝐌𝐢𝐧.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora