ᶜᵃᵖíᵗᵘˡᵒ 23. 00

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El padre de la capilla toma asiento en la pequeña mesa que está en la cocina de la humilde casa de BitGaram, el hijo que más ha puesto su esfuerzo por mantener protegido al pueblo de los terroríficos vampiros

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El padre de la capilla toma asiento en la pequeña mesa que está en la cocina de la humilde casa de BitGaram, el hijo que más ha puesto su esfuerzo por mantener protegido al pueblo de los terroríficos vampiros. Pero antes de haber tomado asiento, tanto BitGaram como su esposa le dieron la bienvenida a su hogar con una reverencia, acercando el rostro a la mano del padre para hacer el ademán de besar el anillo en su dedo.

Ahora la esposa de BitGaram se ha ido a prender el fuego para preparar té. Mientras tanto, BitGaram toma asiento frente al padre. Con voz pasiva le pregunta a qué se debe el honor de tan inesperada visita. El padre, primeramente, entrelaza las manos sobre la mesa y luego se afina la garganta. Titubea.

BitGaram comienza a sentirse inquieto. Supone que la visita del padre se ha de deber a la reciente reparación de la capilla. Piensa que, tal vez, sus hijos no lo hicieron bien o hay algo que se les olvidó reparar. ¿El padre le pedirá reprender a sus hijos por segunda vez? BitGaram espera que no.

—En los últimos treinta días ha habido un total de veintiún personas desaparecidas, las cuales el sesenta por ciento son del pueblo vecino y el otro cuarenta parte del nuestro —el padre le comenta, llamando su atención—. Lo más inquietante es que, de las veintiún personas, no se ha encontrado un sólo rastro. Es como si la tierra se las hubiera tragado, hijo.

—Padre, estoy al tanto de que tres chicos de la edad de mis hijos desaparecieron en el bosque. Ellos eran parte de nuestro grupo de caza —reseña en respuesta—. Contacté al resto del grupo para interrogarlos. Me enteré que tenían planeado ir al bosque en busca de la supuesta criatura que merodea por ahí.

—¿Y qué pasó, hijo? —quiere saber el padre.

—Junto al grupo de adultos fuimos al bosque y estuvimos buscando alguna señal, algún rastro de que ellos estuvieron ahí. Sin embargo, temo decir que no encontramos absolutamente nada —explica—. Usted tiene razón, padre; es como si la tierra se los hubiese tragado. Pero una parte de mi grupo continúa con la búsqueda.

—¿Por qué no me informaste sobre esto, BitGaram? —El padre luce ciertamente desconcertado y disgustado por no haber sido puesto al tanto de la situación actual del pueblo.

—Lo siento, padre —él se disculpa inclinando la cabeza—..., quería hacerlo hasta que la búsqueda se diera por terminada.

El padre exhala negando lentamente con la cabeza. Se retira los lentes para masajear el puente de su nariz con aparente frustración. Toda esta situación por la que el pueblo está pasando resulta ser demasiado preocupante. Las personas ya están comenzando a esparcir rumores, la familia de los desaparecidos exigen justicia y se están saliendo de control.

Él ha tenido constantes reuniones con el padre del pueblo vecino y los familiares del resto de los desaparecidos. Han intentado encontrar pistas, indicios y señales de tan extrañas desapariciones. Pero, como los tres chicos del grupo de caza, simplemente no se sabe por dónde buscar con exactitud más que recorrer el bosque y sus profundidades.

ᶜʰᶤᶜᵒ VAMPIR0 | 𝐘𝐨𝐨𝐧𝐌𝐢𝐧.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora