El jardín del castillo es mágico en todo su concepto; es un destello, es un color, es el momento. El laberinto verde tiene luces flotantes que iluminan el camino tanto como lo hace una preciosa luna llena. Las estrellas nunca antes brillaron tanto desde su existencia, como ahora. Las luciérnagas se pasean por el laberinto, presumiendo de la luciferina. El viento es escarchado, pero tranquilo. Son aires que generan paz y serenidad en un conticinio que apenas acaba de florecer.
YoonGi y JiMin pasean por el laberinto verde en completo silencio. La clave es saber que no necesitan crear una conversación para que el momento entre ambos sea perfecto. JiMin camina sujetado del brazo de YoonGi, lo tiene enllavado con sus manos. JiMin está fascinado, no lo oculta. Se le es magnífico e inexplicable el sentimiento que alberga en su pecho mientras observa a su alrededor.
No sabe siquiera hacia dónde van ni por cuánto han caminado ya, JiMin simplemente se está dejando guiar por YoonGi al son del silencio y de la briza que hace danzar su cabello. Tener a YoonGi yendo a su par, así de juntos que rozan, es para JiMin lo mejor entre todo lo que contempla. Es sentir a YoonGi, percibir su loción, el sólo saber que van juntos sin miedo al qué dirán. JiMin se siente, una vez más, realizado.
—¿Cómo nos conocimos? —pregunta al azar, de un momento a otro. La curiosidad ya no podía con él. Necesita saberlo.
YoonGi lo voltea a ver con una sonrisa arrebatadora. Literalmente, le arrebata el aliento. Él no contempla más lo que hay a su alrededor, se olvida del exterior por completo, porque recién ha encontrado algo mucho más bello que unas luces flotantes y mucho más digno de admirar que unas pequeñas luciérnagas. YoonGi es todo lo que se requiere para que él quede embelesado.
—Aunque desde un principio fui el heredero al trono, para poder coronarme como rey necesitaba desposar a un príncipe o a una princesa —YoonGi comienza a relatar regresando la vista hacia el frente, siempre manteniendo el mismo paso ligero con el que han estado caminando—. Mis padres empezaron la búsqueda hasta que encontraron al príncipe de Busan, que, aunque también era heredero al trono, sus padres querían una tregua con nuestro reino.
—Entonces nos conocimos y nos enamoramos de inmediato —sonríe JiMin completamente emocionado, incluso, da un par de saltitos. Ahora es la emoción de su relación como un cuento de hadas la que no puede con él, y lo expresa deliberadamente.
—Yo soy el más emocionado si algo como eso hubiese sucedido en realidad —confiesa antes de expulsar una risilla nasal, negando levemente—, pero no fue así, cariño.
—¿No? —El rostro de JiMin describe decepción en cuestión de segundos. Su rostro se va apagando—. ¿Y entonces?
—Cuando nuestros padres nos reunieron por primera vez, yo pensé que tú ibas a ser el típico príncipe caprichoso, mimado y fresón de siempre. Sin embargo, cuando nos pusieron frente a frente, resultaste... el ser más divino que había tenido el honor de ver —se explica y se le es inevitable no sonreír durante el proceso, pues el recuerdo de ese día sigue alterando a su corazón—. Te juro que me quedé parado como una estatua, había perdido hasta la noción del tiempo y, cuando salí de ese estado, quise hablarte. Pero ni bien me viste abrir la boca, me diste los insultos que nunca había escuchado en mi vida.
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ᶜʰᶤᶜᵒ VAMPIR0 | 𝐘𝐨𝐨𝐧𝐌𝐢𝐧.
Fanfiction𝐘𝐨𝐨𝐧𝐆𝐢 𝐞𝐬 𝐮𝐧 𝐯𝐚𝐦𝐩𝐢𝐫𝐨 𝐬𝐨𝐦𝐛𝐫í𝐨 𝐲 𝐦𝐢𝐬𝐭𝐞𝐫𝐢𝐨𝐬𝐨 𝐪𝐮𝐞 𝐝𝐞𝐚𝐦𝐛𝐮𝐥𝐚 𝐞𝐧 𝐞𝐥 𝐛𝐨𝐬𝐪𝐮𝐞, 𝐝𝐞𝐥 𝐪𝐮𝐞 𝐧𝐮𝐧𝐜𝐚 𝐡𝐚𝐛í𝐚 𝐬𝐚𝐥𝐢𝐝𝐨 𝐝𝐮𝐫𝐚𝐧𝐭𝐞 𝐬𝐮𝐬 𝐦á𝐬 𝐝𝐞 𝐭𝐫𝐞𝐬𝐜𝐢𝐞𝐧𝐭𝐨𝐬 𝐚ñ𝐨𝐬. 𝐉𝐢𝐌𝐢𝐧 �...