ᶜᵃᵖíᵗᵘˡᵒ 24. 00

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—Que gane el mejor —es lo que dice JiMin antes de hacerse humo junto a su mamá y su hermano, dejando sólo polvo en sus lugares

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—Que gane el mejor —es lo que dice JiMin antes de hacerse humo junto a su mamá y su hermano, dejando sólo polvo en sus lugares.

Los tres reaparecen, entre un humo rojizo que pronto se va esparciendo, en un lugar que no es casa. HwaYoung es la única en toser y en debilitarse ligeramente, por la que su hijo menor le brinda ayuda sujetándola con amabilidad de la cintura y sobando su espalda.

La tristeza cubre el rostro de JiMin cuando, al voltearse, lo primero que ve es a su madre sufriendo los estragos de su hechicería. Con el sentimiento de culpa se acerca a ella y la toma de las manos. Su madre eleva la mirada y, aunque continúa tosiendo, le obsequia una sonrisa confortable. Él le planta un beso en la frente.

Con posterioridad, con ayuda de JungKook, se lleva a su madre hacia el primer sillón que encontró. El sillón levita durante unos segundos y se da una vuelta. Al completar la vuelta, el sillón ahora está tan limpio y reluciente que parece recién hecho, y por los aires desprende destellos de colores mientras toca superficie plana.

Su madre toma asiento agradeciendo a sus hijos por el cuidado. La tos va cesando junto a los malestares. Ahora se ve curiosa en examinar todo el lugar con un inocente brillo en la mirada y la boca semiabierta. Hasta ahora cae en la cuenta de que están dentro de un castillo abandonado y antiguo, que genera inquietud y miedo.

—Hijos, ¿no sienten que algo nos observa o sólo soy yo? —pregunta murmurante, buscando a ciegas la mano de su hijo menor, quien está sentado a su lado. Ella pasea los ojos por lo más alto del primer piso del castillo, tratando de ver más allá de las telarañas y la oscuridad—. JiMin, cariño, ¿qué es este lugar?

—Bueno... —JiMin se posiciona frente a ella. Se muestra nervioso y titubeante, queriendo reunir las palabras correctas para responderle. Él juega constantemente con el anillo que YoonGi le regaló el día en que se entregaron de forma carnal—. ¿Cómo te explico? Yo...

—¡¿Porr qué hay humanos en mis aposentos?! ¡¿Quién osa en ponerr sus mugrrientas patas humanas en mis tierras?!

JiMin suelta un resoplido y bota sus hombros. La voz furiosa de YoonGi se hace retumbar por las paredes del castillo y pronto éste llega hasta ellos en un abrir y cerrar de ojos. Él cubre a su familia con un campo de protección no visible, pues de antemano supo que YoonGi iba a intentar atacarlos.

Para sorpresa de JiMin y la de JungKook, que esperó aburridamente que YoonGi llegue directo a él con la bendita intención de clavarle los colmillos en su cuello como tantas veces se lo ha jurado, YoonGi no hace el mínimo intento por atacar a ninguno. De hecho, el ceño fruncido de YoonGi se borra y cesa con los fuertes gruñidos. Su mirada se suaviza por completo.

Sus ojos, los que recientemente eran dos bolas de fuego ante la sed de sangre, ahora son sólo dos bolitas de cielo; tan azules como las aguas de un océano. Están puestos sobre la mujer sentada en aquel sillón mientras él yace enteramente pasmado. Olisquea el aire; abunda el olor de JiMin en ella. Además, los dos tienen un increíble parecido.

ᶜʰᶤᶜᵒ VAMPIR0 | 𝐘𝐨𝐨𝐧𝐌𝐢𝐧.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora