CAPITULO 29.

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Andy.

Me levanté rápidamente del sofá al ver la hora en mi móvil . Las 7pm.

Joder...

Se hacía jodidamente tarde para la fiesta y yo escribiendo un capítulo de una novela que tenía en mi cabeza hacía varios días.

Era una simple idea, nada que fuera muy...real , nada que fuera a hacerse realidad.

Además de que estaba pensando en qué coño hacer con la amenaza, mientras lo hacía.

No podía dejar que Jareb estuviera en peligro , no me podría perdonar una cosa así.

Necesitaba protegerlo como él lo había hecho conmigo , y tal vez sería más sencillo si era honesta con él , pero la verdad...
No sabía por qué no podía decírselo.

Lo intentaba, lo intenté mil veces entre este día, pero las palabras siempre se quedaban en el aire y a él siempre lo terminaban llamando de alguna parte...pero esa no era una excusa , la verdad no quería decírselo porque me invadía la idea de enfrentarme a algo sola...

Me invadía la idea de que Jareb me viera por otra cosa que no fuera solo para mi protección.

No necesitaba un jodido guardaespaldas , necesitaba un amigo. Como Ethan lo era conmigo , o Steve.

Aunque la verdad , es que no era que viera a Jareb como eso...
Como un simple amigo.

Eso que había hecho anoche , mierda...no lo hacía cualquiera.

No cualquiera se pondría a ayudarte en un ataque de ansiedad , la mayoría de personas en la actualidad te dejan enfrentar ese tipo de cosas sola...

No es que los tuviera siempre , eran monótonos , eran cuando estaba preocupada por alguna cosa o por alguna pesadilla...

El último que habia tenido...no había salido tan bien.

°°°
4 AÑOS ATRÁS.

Miré a mi alrededor nerviosa.
Había llegado del colegio hacía tan solo unos minutos y la ansiedad me estaba consumiendo.

Papá había muerto.
Papá había muerto.
Papá había muerto.
Papá había muerto.

Esas palabras invadían mi cabeza desde hacía semanas , habían pasado 2 meses desde que papá murió , pero no me sacaba esas palabras de la maldita cabeza.

Miré por todos lados , buscando el cigarrillo que había dejado tirado abajo de la alfombra de mi habitación.

Al encontrarlo , lo tomé y busqué un encendedor.

Necesitaba satisfacer esta necesidad de olvidar , necesitaba...parar la ansiedad.

Necesitaba parar esta presión que tenía en el pecho que no me dejaba respirar.

Había empezado a tener ataques de ansiedad bastante fuertes desde su muerte.

Según los médicos eran normales , lo averigué por mi misma cuando tuve el primero en el colegio y mis maestros se preocuparon tanto que llamaron a un ambulancia.

Recordaba la cara de mi madre al tenerme que ir a recoger temprano ese día del colegio , no le habia gustado un coño.

A mi me parecía patético que se enfadara por eso y no se preocupara por la jodida seguridad de su hija.

¿Pero yo que podía saber de ser una madre?

La arriesgada decisión.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora