CAPÍTULO 33

65 13 1
                                    

Andy.

Salía de la habitación en puntitas, Max hacía exactamente lo mismo detrás de mi.

Sabía que era un riesgo, lo sabía bien. Lo tenia en claro...
¿Pero la vida no se trataba de eso?

De arriesgar, de tomar decisiones sin temer de lo que pasará después.

Esa soy yo hablando.

Mi ansiedad me decía que debía tener cada decisión medida como la palma de mi mano.

Así era tener trastorno de la ansiedad, era duro.

Pero la vida a veces, muy a veces se trataba de eso. De arriesgarte aunque sea un poco para sentirte...viva.

Para sentir que no eres una niña, si no alguien más grande que eso.

Y eso estaba haciendo ahora, arriesgarme.

Arriesgarme a que mi querido nuevo novio, Jareb, se molestara conmigo mientras iba a comprarle el regalo de cumpleaños a Ethan.

Era mi mejor amigo, casi mi hermano. Merecía tener un regalo mínimamente decente de mi parte y no un par de calcetines rotos de parte de Max.

Muy a veces debíamos arriesgarnos por los que amabamos.

Y eso estaba haciendo, junto con Max. Porque si yo caía, él también lo haría, para eso era mi perrihijo pequeño.

Salí de la habitación con los tenis en la mano y con la correa de Max en la otra.

Cerré la puerta bien despacio, cosa de no despertar a Jareb. Anoche lo había logrado ayudar a dormir haciéndole alguno que otro mimo en la cabeza,  mientras le leía el libro de leopardos, ese que tanto amaba.

Planeaba traerle algunos libros más de la biblioteca de pasada, creía que eso le serviría para dormir mejor.

Porque, mierda.

Necesitaba descansar...

Me sentía muchísimas veces culpable de lo cansado que se veía por estar tan preocupado en mi bienestar.

Merecía, aunque sea, una mañana de descanso.

Evite cerrar la puerta con llave porque él estaba dentro, miré a Shanoon que estaba enfrente de mi, ya esperándome. Era cómplice mia. Pues para eso eramos hermanas después de todo. Para arriesgar el culo de la otra por amor.

Además, ella decía que no me iba a dejar salir sola sabiendo que un lunático estaba detrás de mi.

Shanoon tenía cara de dormida, tenía un moño atandole el pelo largo, y las gafas que llevaba casi siempre parecía que las había dejado en la habitación. Tenía unos jeans rectos con una camiseta negra y una camisa celeste encima.

Ella negó con la cabeza , bostezando.

-¿Por qué no volvemos a la cama?-.Pregunta con una voz ronca aún dormida. -Es muy temprano-.Se queja.

Yo niego la cabeza divertida, eran las 8:30 de la mañana y mientras probablemente Shanoon se había despertado hacía tan solo 15 minutos,  yo estaba despierta desde las 6am.

Es que...joder, aún seguía procesando el día de ayer.

Había sido algo tan jodidamente inesperado el hecho de que Jareb me pidiera ser su novia, que aún nisiquiera podía respirar con normalidad.
Era como si tuviera un nudo en la garganta de la emoción.

Era...raro.

Además...que el dolor de la herida del hombro no me había dejado dormir bien, cada vez que me recostaba sentía pequeñas punzadas de dolor. Era como si me estuvieran apuñalando el hombro una y otra vez sin parar.

La arriesgada decisión.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora