Capítulo 22: Olor a coco.

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—Es todo por hoy, llevaré esto a la oficina de su padre.

—Se lo agradezco, Lord Hitoshi —dice el bicolor estirándose en su silla mientras el alfa desaparece con las cosas en mano.

Se recuesta en su silla con una ligera sonrisa de satisfacción por recordar la cara de su padre cuando Izuku se presentó a sí mismo como concubino suyo.

Había una mezcla de incredulidad e ira, como si aceptara que su hijo imperfecto le había "ganado" respecto a tener al omega más increíble y grandioso existente.

Fue todo un placer verlo retirarse sin decir palabra alguna.

—Mi Lord, su comida.

Izuku ingresa con el carrito, Shōto se levanta para ayudarlo a acomodar todo en la salita de la oficina.

Sí, ahora que había recuperado la vista, pudo recuperar su despacho también, y ya no tenía que trabajar en un pequeño escritorio en su habitación.

—Deje eso, mi Lord. Es trabajo mío hacerlo.

—En tu contrato decía que debías tener omegas de compañía para que te sirvieran, no que tú me sirvieras a mí, quiero ayudar, siento que no estás reposando lo suficiente.

—Lo hice —suspira tomando su mano —mantenerme ocupado me ayuda, si usted me quita labores entonces más pensaré en todo.

—Solo quiero ayudar y que no te sobre-exijas —refuta en voz baja desviando su mirada, Izuku sonríe de forma sutil, enternecido por la gentileza de su amo.

—Prometo que, si me siento mal se lo haré saber de inmediato.

—Gracias, Izuku. Esperemos a Lord Hitoshi para comer y luego podremos tomar un descanso, ¿quieres ir a cabalgar?

—Seguro, eso me animaría bastante, espero que Eira no se haya olvidado de mí.

—Es imposible olvidarse de ti, Izuku —se le escapa antes de pensar y enrojece al instante, Izuku solo evade su mirada.

No se sentía incómodo con la cercanía o el trato de Shōto, se sentía incómodo por no poder corresponder a sus sentimientos.

No podía darse la opción de verlo como algo más que un amigo o su jefe, no tan pronto, apenas habían pasado unos días desde su divorcio.

Por suerte, Shinsō llegó a tiempo para aligerar la tensión entre ambos, él solo arqueó la ceja al ver a Shōto rojo como tomate y a Izuku perdido en sus pensamientos.

—Me encontré con un sirviente, de paso me dio el correo —menea unos cuantos sobres que sostiene con su mano—, y entre ellos, tenía una carta para usted, Lord Izuku —el alfa le extiende la carta.

—¿Quién es el remitente?

El omega ya había recibido dos cartas con anterioridad por parte de Katsuki, se negaba a leerlas así que las tenía simplemente ocultas en su librero, solo por si acaso.

—Lord Eijirō Kirishima.

Entonces sus ojos verdes brillan con emoción y se lanza a tomarla, abriéndola al instante para comenzar a leer, Shōto y Hitoshi ríen por ello.

Guía y nitidez [Tododeku]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora