Capítulo 31: Nuevo anhelo.

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—Lord Izuku huele bastante bien... —susurra la pequeña restregando su nariz contra el cuello del omega, y bajando a su pecho también.

—¿Es así como he actuado yo también? —Shōto pregunta, se ruboriza al tener una respuesta afirmativa por parte de Izuku.

—Oh, sí, tampoco lo querías soltar, querías estar con él tooodo el día, acurrucados y comiendo juntos, como un par de enamorados —se burla Hitoshi, Shōto ahoga un chillido de vergüenza e Izuku regaña al alfa con la mirada.

—Deberíamos retirarnos ya —suspira Izuku intentando levantarse.

—N-no, quédese, Lord Izuku... —aulla Eri poniendo un rostro completamente suplicante que podría conmover a cualquiera.

Pero no es suficiente.

—Lord Izuku tiene que estar con Lord Shōto. Despídete, Eri.

Ella gime y le gruñe al beta, quien por un momento quiso devolverle el gruñido también, pero no iba a pelear con una pre adolescente em desarrollo.

—Vamos —suspira Hitoshi, la beta gruñe en su cama retorciéndose de molestia y tristeza al ser alejada del delicioso aroma de Izuku.

—¿Ha actuado así antescuando enfermó? —pregunta el pecoso mientras caminan por los pasillos, Shinsō niega.

—No, así que asumo que la razón por la que se está poniendo caprichosa, al igual que Lord Shōto en su momento, es tu casta dominante. Quizás despiertas algo en ellos.

Shōto enrojece sintiendo su corazón acelerarse, sabiendo que, definitivamente, Izuku despierta algo en él, esté o no enfermo.

—Puede que tengas razón respecto a la sub casta beta y haya betas dominantes, he interrogado a miembros del personal y ninguno enferma de tal forma.

—¿Significa que soy un beta dominante? —el bicolor ladea la cabeza.

—Llamémoslo así de momento —le sonríe el pecoso tomando su mano, Shōto le dedica una sonrisa sutil antes de inclinarse a besar su mejilla y ronronear inaudiblemente.

Era febrero, ya habían tenido más confianza para acercarse, compartir pequeños besos en la frente, mejilla, nariz y manos, abrazarse, tener citas e incluso compartir la cama de vez en cuando.

Pero Hitoshi, quien ha sido ajeno a esas interacciones, solo los mira con confusión.

A sus ojos, Shōto e Izuku tienen confianza, pero no tanta como para que el contacto físico sea tan íntimo de forma tan natural.

Entonces parece tener un descubrimiento nuevo y hace cortocircuito.

—¡¿Están saliendo?! —más que pregunta, es una acusación, y está muy indignado porque se lo estén ocultando, ¿desde cuándo ocurría eso y no se ha percatado?

Se sentía como si acabara de descubrir una infidelidad.

El pasillo se queda en un terrible silencio antes de que el alfa empiece a reír, sintiéndose tonto por no haberse dado cuenta antes.

—¿De qué me he perdido? —cuestiona para sí mismo —¿Desde hace cuánto? ¿Por qué ocultarlo de mí? Pensé que éramos amigos.

—Ni tanto —susurra Shōto, Izuku apreta su mano como regaño.

—No estamos en una relación tal cual... —Izuku habla, sabiendo que el beta estaría demasiado nervioso para hacerlo.

—¿Entonces solo se aparean?

—¡Lord Hitoshi! —sisea Izuku, más rojo que un tomate.

A Shōto le llegan imágenes a la cabeza que no deberían llegar y su tono de color se asimila al de la mitad izquierda de su cabello.

Guía y nitidez [Tododeku]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora