Capítulo 23: No es suficiente.

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—Iré a cocinar para nuestro Lord, me ausentaré por un momento —dice Izuku levantándose, viendo el reloj de pared de la biblioteca de la mansión Todoroki.

—¿Solo un momento o como mínimo tres horas?

—No tardo cocinando —se indigna cruzando sus brazos.

—No lo digo por el tiempo que te toma cocinar, sino porque después de hacerlo te encierras a alimentarlo como si no tuviera manos —Hitoshi se burla del pecoso porque sabe que, aunque el bicolor no estuviese enfermo, Izuku seguiría mimándolo y preocupándose por él.

—Lord Shōto es muy independiente, pero está malito, debo asegurarme de que coma bien para que no tarde en recuperarse.

—Claro, claro —suspira con una sonrisa—, yo seguiré buscando. Empezaré con los omegas dominantes, son poco comunes, he descubierto cosas que no sabía, luego quiero preguntarte a ti acerca de ello.

—Seguro, iré a tu habitación más tarde, enviaré tu comida con alguien.

—Te lo agradezco.

Izuku le hace una leve reverencia antes de salir y dirigirse a las cocinas para preparar por cuenta propia el almuerzo de Shōto y de paso, a Shinsō.

Teniendo todo listo, envía la comida para el escolta con un sirviente, y él va con la suya y la de su amo en el carrito.

Al llegar, se acerca para cambiar el paño sobre la frente de Shōto por uno nuevo y alistar todo en el baño para enjuagar en sudor en su torso. A pesar de que el beta tenía ropas ligeras, sudaba demasiado.

Salió con una cubeta para humedecer la toalla y empezar a pasarla por el cuello y pecho de Shōto, que miraba por la ventana avergonzado, evitando su mirada.

Lo ayudó a cambiarse de camisa, y cuanto estuvo seco y más fresco, comió y lo ayudó a comer nuevamente, dejando que este lo abrace e inicie el contacto físico como últimamente hacía.

Al parecer, su actividad favorita era enterrar su nariz en el cuello o restregarse contra las muñecas del pecoso.

Le dio un té analgésico para que pueda descansar sin molestias y al final, se retiró cuando Shōto estuvo dormido ya que solo así lo soltó.

Dejó el carrito en la entrada para que los sirvientes se lo lleven más tarde antes de dirigirse a los aposentos de Shinsō, los cuales estaban cerca a los suyos.

—Hola de nuevo —saluda con desinterés el alfa, estirado en el sofá leyendo unos cuantos escritos— tardaste menos, solo dos horas y media.

—Qué controlador —responde sarcástico acercándose a tomar un libro —¿Hallaste algo interesante?

—Absolutamente nada respecto a los betas, pero sí a los omegas y alfas dominantes, ¿sabías que los alfas dominantes pueden marcar a más de un omega sin romper su lazo? Y también marcar a omegas ya marcados.

—¿De verdad?

—Así dice ahí— le señala un libro abierto sobre la mesa —, y respecto a los omegas dominantes, pueden evitar ser marcados involuntariamente aún en el ciclo de calor, a menos que su lobo acepte a quien hará la marca. También pueden rechazar y romper el vínculo con sus alfas, excepto si es un dominante también.

—Eso... tiene sentido —murmura, recordando cómo su lobo empezó a rechazar al de Katsuki —¿Qué más hallaste?

—Pues... que tienen feromonas tan fuertes e intensas que son capaces de doblegar no solo a los demás omegas para imponerse, sino también a algunos alfas, ¿es cierto eso?

—N-no lo sé, nunca intenté imponerme ante nadie...

—También sale que son capaces de adelantar el ciclo de calor de un alfa, que poseen caninos en caso de necesitar pelear, y se vuelven como locos para proteger a sus cachorros.

Guía y nitidez [Tododeku]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora