Guía y nitidez [Tododeku]

Capítulo 36: El precio del perdón.

—Amor, amor, no vayas —Shōto se apresura en sujetarlo de la muñeca al ver que Izuku tenía intención de levantarse—. Mi vida, estamos en medio de la noche, ella debe estar descansando y lucía fatal... Por favor, no amargues tu noche. Mañana iremos, ¿sí?

Izuku muerde su labio inferior con duda pero al final no puede resistirse a la carita de cachorro que pone su novio y suspira.

—No iba a hacer nada, solo... quería corroborar que no se tratase de una confusión... ¿Qué es lo que querría ella conmigo? ¿Cómo sabía que estaba acá? Tengo entendido que fue enviada de regreso a los campos, ¿habrá escapado?

—Eso no importa ahora. Mañana lo descubriremos, ahora solo tómate tu tiempo y piensa en cómo actuar frente a ella. Si no estás dispuesto a escucharla, te comprenderé y llamaré a Lady Mitsuki para que se haga cargo.

Izuku asiente con un ligero temblor, ¿cómo enfrentaría a la mujer a la que consideró más que una hermana y terminó apuñalándolo por la espalda? Es la chica con quien compartió sus más íntimos secretos, le brindó su ayuda, confianza, un hogar... mientras a cambio solo recibió deslealtad y traición.

—Tómate tu tiempo, cariño —Shōto lo abraza besando sus labios.

La verdad es que el beta iba a echar a la castaña desde el primer segundo en que la vio. Pero tal y como lo dijo, ella le dio una completa lástima.

Estaba sucia, haraposa, temblaba, lucía realmente asustada, tenía marcas de golpes y el bebé en sus brazos no paraba de llorar.

Era obvio de quién era ese hijo, su cabello rubio se asemejaba al del hombre que tanto lastimó a Izuku.

Mandó a que la bañen, alimenten, consigan ropa cómoda para ese pobre niño que no tenía culpa de nada y dejó que se hospedara en una habitación hasta que Izuku decidiera si ayudarla o llamar a Mitsuki para saber si estaba enterada de la situación.

La parte racional de Izuku piensa en la situación de quien fue su amiga y quería ayudarla otra vez como lo hizo en el pasado, consolarla, buscarle un nuevo lugar... Su lobo solo quería que todo lo malo recayera en ella, pues también la culpa de la pérdida de su cachorro.

"¿Qué tanto es su descaro para venir a pedirnos ayuda después de lo que nos hizo?" Pregunta su lobo molesto.

"Seguramente no tiene a nadie, llegó a su límite y de verdad necesita apoyo" Responde Izuku.

Aullando de temor y nervios, vuelve a acurrucarse en el pecho de Shōto, quien tarareó una suave melodía acariciando su espalda, buscando darle el consuelo.

Se preguntaba si había sido buena idea darle esa noticia a Izuku y permitir que la omega se quedase al menos por esa noche.

Pero ella quería hablar con Izuku y estaba en manos de su novio la decisión de ayudarla o darle la espalda. No podía opinar por él en este tipo de cosas.

—Te amo, sea cual sea la decisión que tomes, voy a estar de tu lado —Susurra besando sus rizos, haciendo más fuerza en sus brazos para darle confort.

El omega asiente restregando su nariz contra el pecho de su novio en busca de su olor.

•

—¿Por qué tu bonita cara está tan preocupada? ¿Acaso Lord Shōto te dijo que no? —se burla Hitoshi tomando asiento al lado de Izuku, este sigue con un puchero en labios e ignora su broma.

El alfa frunce el ceño.

—¿Qué te pasa? De verdad, no me gusta verte así, ¿ha ocurrido algo grave? ¿Dónde está nuestro Lord?